martes, 18 de julio de 2017

Tras el asesinato de "Paragüita" Toledo, el cura de la 21-24 confirmó que "lo persiguieron hasta matarlo"

EL PADRE LORENZO DE VEDIA, DEL GRUPO DE CURAS EN OPCIÓN POR LOS POBRES, ASEGURÓ QUE SE TRATÓ DE "UN CASO MÁS DE GATILLO FÁCIL".

"Es un caso más de gatillo fácil", sentenció el padre Lorenzo "Toto" De Vedia, párroco de la capilla Caacupé de la villa 21-24, al hablar del asesinato de Cristian "Paragüita" Toledo, el joven de 24 años que murió en la madrugada del sábado bajo la ráfaga de 8 disparos, que salieron del arma reglamentaria de un oficial de la Policía de la Ciudad. 

El bombero policial Adrián Otero adujo que había sido víctima de un intento de robo por parte de Cristian y de los dos amigos que lo acompañaban en un auto, pero De Vedia resaltó que "quedó comprobado que los chicos no estaban armados" y que "los empezaron a perseguir hasta que lo mataron". Asimismo, advirtió que "esto nos tiene que alertar cómo las fuerzas de seguridad trabajan en los barrios"

Carlos y Daniel, los amigos de Cristian que viajaban con él, fueron detenidos durante las primeras horas por intento de robo, de acuerdo con la versión policial, pero el juez de instrucción 11, Pablo Raúl Ormaechea, "ese mismo día, a la noche, los puso en libertad", indicó el sacerdote. "Son pibes que traen generaciones de exclusión, interpretados por alguien que tiene generosidad de prejuicios y expresó eso al decidir matar", consideró De Vedia en declaraciones radiales

El párroco de la capilla Caacupé recordó a Cristian como "un vecino que trabajaba mañana y tarde en la ferretería enfrente a la parroquia" y que "creció en el Movimiento de Exploradores". De Vedia también contó que ayer (por el domingo) le tocaba jugar el campeonato del barrio. Era un chico muy amigable, eso se ve en la multitud de vecinos conmovidos, porque era muy querido".

El padre "Toto" señaló que el caso de Cristian debe "alertar cómo trabajan las fuerzas de seguridad en los barrios y en todos los ámbitos" y señaló que "sin generalizar, hemos visto casos de violencia institucional que no tendrían que suceder y que, por supuesto, si se dejan pasar crecen y vuelven a suceder".

"Los pibes están tratando de encontrar un lugar en un contexto donde hay muchas dificultades en lo laboral, en lo económico, en las oportunidades. A veces tienen muchas dificultades o trabas para el estudio, no tienen tantas posibilidades para abrirse un camino en otras realidades", describió el cura. 

"Hay veces que los Centros de Formación Profesional exigen demasiados requisitos para que se puedan inscribir o, por lo menos, que puedan tener un título. Hay muchas pequeñas trabas que terminan perjudicando siempre a los más pobres, a los marginados", agregó.

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