CASI DOSCIENTOS MIL JÓVENES DE 19 A 29 AÑOS ENVIARON SUS CURRÍCULUMS Y MUCHÍSIMOS SE ACERCARON A LA RURAL PARA PEDIR TRABAJO, CON LA ESPERANZA DE CONSEGUIR UNO DE LOS 11 MIL EMPLEOS QUE DICE OFRECER EL RÉGIMEN A TRAVÉS DE LAS EMPRESAS. MUGRIZIO MACRI ALENTÓ AL SECTOR MÁS GOLPEADO POR LA CRISIS, CON UN 24,6 POR CIENTO DE DESOCUPACIÓN, "A SER FELICES Y RECIBIR AMOR".
Alrededor de 200 mil jóvenes se reunieron entre el el martes y el miércoles en la Rural para pedir trabajo en la Expo Empleo Joven, la feria organizada por el régimen fascista de la ciudad de Buenos Aires, “para ofrecer oportunidades de inserción laboral”. Mugrizio Macri recibió de brazos abiertos y con un discurso cargado de optimismo a los representantes del segmento de la población al que más le costó ingresar al mercado laboral por las políticas de este gobierno, que registra una desocupación del 24,6 por ciento.
“Estamos en este mundo para ser felices y para recibir amor”, había dicho el pelotudo hijo de puta al inaugurar el evento a los miles de jóvenes que se registraron para “formar parte de la base de reclutamiento de las empresas participantes para cubrir futuras búsquedas laborales”, como aclaró en el acto.
La imagen de una cola de jóvenes que esperan hasta 6 horas para ingresar para acceder a uno de los 11 mil puestos de trabajo, que dicen ofrecer desde el régimen, contradice al imaginario del “país emprendedor ” que pregona el oficialismo.
“Aun suponiendo que sea maravilloso, hay diez pibes por cada puesto. Y según lo que escuché, apunta a empleos de baja calificación, ya sea en Mc Donalds o en otro tipo de trabajos de servicios”, explicó Marta Novick, directora del Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA) que funciona en la UMET. La socióloga e investigadora del Conicet explicó que para los jóvenes es mucho más difícil ingresar al mundo laboral porque “por lo general las empresas piden experiencia previa”, pero además por el contexto sociopolítico actual.
“En general se duplicó lo que se había logrado hasta el 2015”, expresó Novick y agregó que “ahora la mayoría de las empresas se están achicando y no agrandando. Uno permanentemente escucha que hay empresas que están perdiendo empleo e incluso cerrando. Es un momento de cambio de proceso económico productivo donde probablemente vuelva a ver una fuerte polarización del mercado de trabajo, sobre todo para los jóvenes”.
El discurso de Macri fue dirigido al sector más expuesto frente al ajuste porque, como demostró el año pasado una nota de Página/12, un estudio de CITRA arrojó que la tasa de desempleo en los jóvenes de 15 a 24 años creció de 19 al 24,6 por ciento en el segundo trimestre de 2016 frente al mismo período del año pasado. El dato está por encima del 23,4 por ciento que mostraba la desocupación en ese segmento de la población en 2007 y es 2,6 veces superior al promedio de desempleo en el país.
Esta tendencia fue en cierta forma confirmada por Fabián Pereyra, director de Política de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que, en declaraciones radiales, afirmó que “el desempleo joven duplica la tasa de desempleo general”.
“Esperaban mil jóvenes”, pero “vinieron muchísimos más”, indicó Pereyra, quien justificó la ola de jóvenes que se agolparon en la Rural al señalar que “el 70 por ciento vino a cambiar de trabajo” y un “12,5 por ciento estaba desempleado”.
Durante el martes y el miércoles, 150 empresas como Mercado Libre, Puma, IBM, o Havanna participaron de la exposición y ofrecieron reclutamiento a los jóvenes que llegan cargados de esperanza, muchos, para encontrar su primer empleo.
Hubo talleres que explicaban cómo abordar una entrevista con un potencial jefe, un sector de orientación laboral, una sala de “Reuniones con líderes” y clases para redactar un currículum. “Estamos muy contentos con las empresas que participan y como están bancando en este momento”, señaló Pereyra, quien vaticinó que hay “11 mil puestos de trabajo completos”.
La convocatoria fue, en palabras de Pereyra “toda digital”, con lo cual de ese 24,6 por ciento de jóvenes desempleados, sólo pudieron inscribirse los que tenían computadora y conexión a internet porque “los currículums no se entregaban en mano”.
“Estamos en la época digital y está apuntado a ese target”, explicó el director del sectory agregó que “si no se inscribieron, no pueden ingresar”. Novick destacó esta situación y aseguró que “el sector bajo no tiene acceso porque es solo por internet y además toda la comunicación fue por las redes”.
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