GUILLERMO BADINO, EL FUNCIONARIO DEL MINISTERIO DE STANLEY QUE RECORTÓ PENSIONES POR INVALIDEZ, DEFENDIÓ LA MEDIDA Y APELÓ A “LA PESADA HERENCIA” DEL KIRCHNERISMO. VOLVIÓ A DECIR QUE LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN NO DEBEN RECIBIR LA PENSIÓN Y QUE LOS APOYA EN CONSEGUIR TRABAJO.
El titular de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales, Guillermo Badino, el funcionario de Desarrollo Social que puso la cara para justificar los recortes en pensiones a discapacitados al punto tal de afirmar que una persona con síndrome de Down no es sujeto de una pensión por invalidez, sino de la Asignación Universal por Hijo (AUH), retomó ayer la misma línea argumentativa y fue más allá, al apelar a la herencia recibida del kirchnerismo. “Fueron doce años de horror”, aseguró el sorete mal cagado, cuya área ya dio de baja más de 170 mil pensiones, 83 mil se efectivizaron en la primera mitad de este año.
En declaraciones radiales, Badino quiso dejar en claro que las pensiones que otorga su área son, de acuerdo a la ley, “para personas con el ciento por ciento de discapacidad o, al menos un 76 por ciento, como estipula la ley para justificar certificados” y que en la gestión kirchnerista se otorgaron certificados “que hoy generan el cinismo de quienes nos critican”.
En tal sentido, dijo que “no daré nombres, pero hay provincias del norte, el centro y la Mesopotamia, más algunos municipios, donde se cometieron irresponsabilidades” y argumentó que “las pensiones son por discapacidad grave, total y permanente”.
Badino había dicho al justificar las bajas que “una persona con síndrome de Down no es sujeto de derecho de esta pensión. Puede trabajar si lo deseara, quizás le pueda caber la Asignación Universal por Hijo”.
El hijo de puta profundizó ese concepto. Según él, “trabajamos con la gente de ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina) y ellos ven muy mal que se considere discapacitado total y permanente a alguien con Down. Tenemos trabajos con ellos para sostenerle las pensiones si se animan a trabajar”.
Con todo, dijo que hay programas que no se tocan, como el Plan Nacional de Discapacidad, el subsidio por ceguera o la asignación por hijo discapacitado. Y remarcó que sólo se tocan las pensiones asistenciales, que afectan a un millón y medio de personas. “Un millón cincuenta mil personas son por invalidez, y unas 300 mil son madres con siete hijos”, aclaró, sin ahorrar críticas al asegurar que “venimos de un desastre administrativo que repartió más del uno ciento del producto bruto de manera irresponsable”.
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