EL ABOGADO MENDOCINO CARLOS HORACIO DE CASAS HABÍA RECIBIDO EL RECHAZO DE 130 ORGANIZACIONES ARGENTINAS. OBTUVO SÓLO ONCE VOTOS DURANTE LA ASAMBLEA DE LA OEA Y SE UBICÓ DETRÁS DE LAS PROPUESTAS DE MÉXICO, BRASIL, CHILE Y ESTADOS UNIDOS.
El régimen fascista, cínico y corrupto de Mugrizio Macri sufrió un duro revés en la Organización de Estados Americanos (OEA), que rechazó el ingreso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) del cuestionado candidato argentino Carlos Horacio de Casas.
La decisión se adoptó durante la 47ª Asamblea General de la OEA, en la que se determinó que los elegidos para ingresar a la CIDH sean los candidatos Joel Hernández (México), Flavia Piovesan (Brasil) y Antonia Urrejola (Chile). El candidato argentino obtuvo apenas 11 votos.
La candidatura del mendocino De Casas había sido impulsada por el régimen macrifascista y fuertemente defendida por el radicalismo -principal interesado en quedarse con ese cargo- cuando surgieron las primeras críticas de los organismos de derechos humanos.
Las críticas a De Casas están relacionados con su defensa del ex militar Enrique Gómez Saa, quien fue procesado por secuestros y torturas durante la última dictadura. El abogado, que mediante presuntas dilaciones evitó que enjuiciaran a su defendido, sostiene que Gómez Saa en realidad fue echado del Ejército por enfrentarse a la dictadura.
Pero también era cuestionado por algunas posiciones ideológicas respecto a la libertad de prensa, los derechos del colectivo LGBTI e incluso sobre la igualdad de género.
El mes pasado el director ejecutivo de la división América de la organización Human Rights Wacth (HRW), José Miguel Vivanco, le pidió al ex hijastro de Flavia Palmiero que retire la candidatura de De Casas por tener "opiniones que contradicen principios básicos que la CIDH ha defendido durante décadas".
A principios de este mes, el régimen fascista había recibido una advertencia aún mayor cuando un panel de referentes de derechos humanos de todo el continente realizó un análisis de los candidatos a pedido de la OEA y determinó que todos tenían antecedentes acordes para integrar la CIDH, excepto De Casas.
"El Gobierno argentino lo designó a través de un proceso interno. No hubo consultas a sociedad civil previo a su anuncio", destacó ese panel, que además puso el foco en las críticas de De Casas a la derogación del delito de desacato, que viola la libertad de expresión. "No demuestra una reconocida competencia en derechos humanos", agregó el panel.
El régimen de Macri no atendió a las advertencias y mantuvo la candidatura de De Casas. El resultado de la apuesta está a la vista.
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