LA TOMA PACÍFICA DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS MADRES DE PLAZA DE MAYO (IUNMA) EN RECHAZO A LA INTERVENCIÓN DISPUESTA POR EL RÉGIMEN MACRIFASCISTA CUMPLIÓ DOS SEMANAS.
Desde el inicio de la toma, el colectivo de alumnos y docentes que sostienen la protesta recibió el apoyo de sectores académicos, políticos, gremiales y de universidades del exterior aunque el ministro de Justicia, Germán Garavano, se niega a recibirlo. “Nos ningunean”, denunció Belén Sarubbi, presidenta del Centro de Estudiantes, quien anunció la semana próxima una movilización masiva en defensa de la autonomía de la Universidad de las Madres.
La toma comenzó en la noche del 12 de junio, horas después de que el Ministerio de Justicia notificara al entonces rector organizador del IUNMA, Germán Ibañez, que sería reemplazado por un rector normalizador, el juez de faltas Javier Buján, quien debió abandonar la intervención del Inadi, donde había impuesto un severo ajuste presupuestario que incluyó despidos y cierre de programas.
Desde entonces, la situación en el IUNMA sigue igual o peor. Las clases se dictan en las aulas improvisadas en espacios cedidos por organizaciones sociales y gremiales. “Estamos pidiendo un lugar donde dar clases como si fuéramos limosneros”, advirtió la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. “A eso hay que sumarle recortes de sueldos y de presupuesto” de parte del régimen, añadió la dirigente de Derechos Humanos.
Los alumnos y los docentes alertaron, además, acerca del riesgo de que se produzcan despidos masivos y se modifiquen los distintos planes de estudios que, en el caso de la Universidad de las Madres, están atravesados por la temática de los derechos humanos. “Ellos quieren desarmar todo lo que es público, popular, donde el pueblo se eduque, se forme y piense. Ellos no quieren gente pensando”, denunció Hebe.
La presencia pacífica de los estudiantes en la sede de la IUNMA fue respaldada, también, por universidades de todo el país. La Facultad de Filosofía y Letras de la UBA pidió al régimen que atienda los reclamos de la comunidad educativa del IUNMA y que garantice sus planes de estudio. “El apoyo fue creciendo de adentro hacia afuera, en nombre de los alumnos. Recibimos el respaldo de universidades de Honduras, Holanda y Venezuela, entre otros países", señaló Sarubbi.
Durante las dos semanas de ocupación pacífica de las instalaciones, el rector normalizador solo se comunicó con la comunidad académica a través de dos mails, instando a los manifestantes a abandonar la protesta y a discutir con él el petitorio que los estudiantes y los docentes reclamaron discutir con el titular de la cartera de Justicia, bajo cuya órbita está la universidad. Sin embargo, Garavano sigue sin recibir a los representantes del IUNMA, "a pesar de que es quien toma las decisiones”, según cuestionó Mariela Canessa, integrante de la Junta Docente de la Universidad de las Madres.
La comunidad educativa reclama, entre otras cosas, participar de la elección del nuevo rector, el mantenimiento y la efectivización de la planta docente, de acuerdo con el escalafón universitario; el respeto a los planes de estudio, que no se recorte el presupuesto asignado y que se le otorgue al instituto un edificio en la ex ESMA, tal como lo dispuso una resolución de la administración anterior.
Mientras tanto, la situación de los 162 docentes involucrados, todos ellos monotributistas, empeoró. “Termina junio y ya van dos meses consecutivos sin facturar”, lamentó Canessa. No fueron contratados ni pasados a planta permanente. Hay varios que no cobran desde enero, y otros desde hace un año y medio. En el ínterin, el presupuesto de la universidad se redujo de 98 millones de pesos a 23.
Sarubbi, por último, aclaró que “el dictado de clases continúa y está garantizado” y manifestó su esperanza de "encontrarle al conflicto una salida racional sin quebrar la comunidad académica”.
Fuente: nota de Adrián Figueroa Díaz para Página/12
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