sábado, 10 de junio de 2017

El Tribunal Electoral de Brasil absolvió al golpista Temer por las irregularidades en la campaña y evitó su destitución

AYER, EL MISMO DÍA EN QUE TEMER SE NEGABA A CONTESTAR EL INTERROGATORIO DE 82 PREGUNTAS QUE LE HABÍA ENVIADO LA POLICÍA FEDERAL, QUE LO INVESTIGA POR CORRUPCIÓN, EL TRIBUNAL SUPERIOR ELECTORAL (TSE) SE PRONUNCIÓ POR LA CONTINUIDAD DE SU MANDATO, POR CUATRO VOTOS CONTRA TRES, EN OTRO PROCESO EN EL QUE ESTABA SIENDO INVESTIGADO POR LA SUPUESTA FINANCIACIÓN ILEGAL DE LA ÚLTIMA CAMPAÑA ELECTORAL.

El relator del informe del TSE, Herman Benjamin, se pronunció por la anulación del mandato, en tanto que el siguiente en emitir voto, Napoleao Maia, votó por mantenerlo. Al caer la noche, la votación de los siete jueces del Tribunal Superior Electoral era de 3 votos favorables a la absolución y 3 partidarios de la condena, pero la mayoría de los analistas preveían que Temer saldría finalmente victorioso, tal como sucedió, gracias al voto del presidente del tribunal, Gilmar Mendes.

Mientras los magistrados argumentaban sus votos, la defensa del mandatario entregó un documento al Supremo Tribunal Federal (STF) en el que confirmó que Temer no respondería a un comprometedor cuestionario policial cuyo plazo vencía ayer a la tarde.

Temer "es blanco de una serie de abusos y agresiones a sus derechos individuales y a su condición de mandatario de la nación", argumentó su defensa al pedir el archivo de la investigación por corrupción, organización criminal y obstrucción a la justicia en su contra.

El mandatario golpista, que asumió el poder hace poco más de un año en sustitución de la depuesta Dilma Rousseff, ya había pedido prorrogar el plazo inicial, que vencía horas antes del inicio del crucial juicio en el Tribunal Superior Electoral (TSE).

La crispación de la vida política brasileña se reflejó este viernes entre los siete miembros TSE, que desde hace cuatro días examinaban si las elecciones de 2014 en las que fue electa la fórmula Rousseff-Temer debían ser invalidadas por abusos de poder y financiación ilegal de la campaña, dentro de la trama de corrupción de Petrobras.

El relator del caso, Herman Benjamin, recomendó la anulación de los comicios, lo que hubiera obligado a Temer a abandonar el poder, pero no consiguió convencer a la mayoría de sus pares de incluir en la causa las confesiones de exjecutivos de Odebrecht, que no figuraban en las acciones judiciales iniciales de fines de 2014.

"Es mejor declarar inocente a un culpable que condenar a un inocente (...) Lo que tiene que preservarse aquí es el voto popular", alegó el juez Napoleao Maia, al votar por la absolución.

Su colega Luiz Fux, que votó en sentido contrario, argumentó que la sociedad brasileña "vive una verdadera pesadilla por el descrédito de sus instituciones (...) por la falta de pudor de los operadores políticos que, violando la soberanía popular, hicieron exactamente todo lo que el elector no deseaba".

En otra muestra de la fragilidad de las instituciones desde el lanzamiento, hace tres años de la operación Lava Jato, el Ministerio Público pidió que el juez Admar Gonzaga fuera apartado del caso por haber defendido en el pasado a Rousseff. La demanda irritó visiblemente al presidente del tribunal y fue rechazada por unanimidad del TSE, donde Gonzaga y otro juez fueron recientemente nombrados por Temer.

Mendes, cuyo voto fue definitorio para desempatar el fallo, había pedido reiteradamente "moderación" a sus colegas por las consecuencias que tendría para Brasil perder a un presidente por segunda vez en poco más de un año.

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