MACRI, EN CAMPAÑA, HABÍA DICHO QUE DERROTAR LA INFLACIÓN IBA A SER "LA COSA MÁS SIMPLE" DE SU GESTIÓN. AHORA, EL SECRETARIO GENERAL DE LA PRESIDENCIA, FERNANDO DE ANDREIS, RECONOCIÓ QUE EL RÉGIMEN NO LOGRA RESOLVER EL PROBLEMA DE LA INFLACIÓN Y VOLVIÓ A USAR COMO DEFENSA EL GASTADO ARGUMENTO DE LA PESADA HERENCIA. LA SUBA DE PRECIOS DURANTE 2016 FUE DEL 40 POR CIENTO, LA MÁS ALTA DESDE 2002.
Con el eco de aquella frase de campaña de Mugrizio Macri, en la que dijo que resolver la inflación sería "la cosa más simple" de su gestión, el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, admitió que al régimen macrifascista le "cuesta encontrarle la vuelta a la inflación", pero volvió a echar culpas sobre "la herencia" de la gestión kirchnerista, a pesar de que reconoció que la suba de precios durante 2016 fue del 40 por ciento, la más alta desde 2002.
En el afán de desligar la responsabilidad de las políticas económicas de la alianza de derecha Cambiemos, De Andreis sostuvo que el país "sufre el drama de la inflación desde hace 60 años" para después volver a cargar sobre "la herencia desastrosa del kirchnerismo" e indicar que en el gobierno anterior "vivimos en una Argentina donde la inflación era igual, pero nos mentían diciendo que era menor que en Alemania".
Sin embargo, el secretario de la presidencia reconoció que en 2016 la suba de precios "fue cercana al 40 por ciento" -la más alta desde 2002, previo a los gobiernos kirchneristas- y prometió que "este año se perfila a la mitad", lo que resultaría en una suba del 20 por ciento, como sinceraron algunos funcionarios nacionales en los últimos días. Pero por otra parte, De Andreis insistió con la meta del Banco Central del "17 o 18 por ciento".
La meta inflacionaria del 17 por ciento es la que guía la política contractiva del Banco Central y fue ratificada la semana pasada por el ex hijastro de Flavia Palmiero en la reunión de Gabinete, aunque parte de sus equipo de ministros ya declaró públicamente que la suba alcanzará el 20 por ciento, mientras que las estimaciones de mediciones privadas se ubican cerca del 25 por ciento.
"Eliminar la inflación será la cosa más simple que tenga que hacer si soy Presidente", había prometido Macri durante la campaña proselitista de 2015. De Andreis cambió el libreto y señaló que "nada se resuelve con rapidez cuando fue tan profundo el problema" y aseguró que "lo importante es la tendencia y la tendencia viene bajando".
En abril, el INDEC registró una suba del 2,6 por ciento, mientras que la canasta básica aumentó un 2,9 por ciento. Según los datos oficiales, la canasta básica -la que señala quiénes quedan por debajo de la línea de pobreza- subió 8,8 por ciento desde febrero con un incremento mayor en los precios de productos y servicios esenciales.
Desde el Poder Ejecutivo, en la reunión de Gabinete de la semana pasada, celebraron la estimación inflacionaria para mayo, que se ubicaría en el 1,8 por ciento. Si el INDEC confirma esa cifra, el aumento de precios minoristas en los primeros cinco meses del año superaría el 11 por ciento.
En tal caso, para los restantes siete meses debería tener aumentos de precios no superiores al 0,8 por ciento en cada uno de ellos para cumplir la ansiada meta del 17 por ciento. Desde este punto de vista, el eventual 1,8 por ciento de mayo no sería nada auspicioso, aunque pueda haber quien la compare con abril (suba del 2,6 por ciento) y pueda decir que “la inflación bajó”.
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