LOS MÁS AFECTADOS SON AQUELLOS QUE ASISTEN AL TURNO MAÑANA. LES LLEVAN LAS ZAPATILLAS, LA MOCHILA Y EL CELULAR, COMBO QUE PUEDE REPRESENTAR HASTA 5 MIL PESOS PARA LOS DELINCUENTES. EXIGEN CONTROLES.
En una esquina de la localidad de San Alberto, un joven de 17 años esperaba el colectivo en la parada a las 7 de la mañana, para llegar hasta la Ruta 3 y luego subirse a otro transporte y así llegar a su escuela secundaria. Ese primer vehículo demoró más de lo esperado y el adolescente fue robado por tres delincuentes, que le sacaron la mochila, las zapatillas y el celular. El caso ocurrió el miércoles pasado, pero no es aislado. Un informe reveló que 8 de cada 10 alumnos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano que usan colectivos para concurrir a clases ya sufrieron algún tipo de delito.
El estudio fue realizado por la Comisión Nacional de Familiares de Víctimas del Transporte Público, cuyo titular, Martín Lescano, pidió “al presidente Mugrizio Macri que refuerce los recursos del Ministerio de Transporte y la CNRT (Comisión Nacional Reguladora del Transporte) destinados a la problemática de los colectivos, porque es un verdadero descontrol, y esto se paga con hechos de violencia, de inseguridad, incluso con vidas arrebatadas”.
“Lamentablemente, hay muchas personas que están formadas en las mejores academias pero no logran entender la realidad de las personas que todos los días tienen que viajar en transporte público. Estar en una parada de colectivos en horas de la mañana, todavía con oscuridad, forma parte de la cotidianeidad de la gente, y todos sabemos que en esos momentos nuestras vidas están en total riesgo”, dijo Lescano.
El estudio de la organización de familiares explica que hay “más de un millón de alumnos que tuvieron problemas de asistencia a clases, y sus instituciones tomaron medidas por las faltas, por el problema que tienen con los colectivos y sus frecuencias”, agregando que “tanto la inseguridad que padecen los chicos, como el problema de las llegadas tarde no se discuten en los gremios docentes, ni tampoco es un tema que aparezca en los reclamos que se realizan, cuando debería estar en la agenda, porque además involucra a muchísimos docentes que también utilizan medios públicos de transporte y les pasa lo mismo”.
Lescano explicó, en ese sentido, que “hay una falta de control importante desde la CNRT a las líneas de colectivos, entonces las frecuencias son cada vez peores, impactando en la realidad de millones de personas en general, y para el conjunto de alumnos de establecimientos educativos es terrible”.
“Las bandas delictivas saben que los alumnos tienen tres elementos que se traducen en dinero. Zapatillas que no bajan de los 1.500 pesos, celulares con un promedio de 2.500 pesos y mochilas de unos 800 pesos. Es decir, cada pibe asaltado en una parada de colectivo les representa un botín de unos 5.000 pesos, sin peligro, ni resistencia de las víctimas. Por eso tenemos que 8 de cada 10 ya fueron robados”, dijo el titular de la organización.
Otro punto, analizado por el informe, es que la cuestión del transporte y su problema tiene incidencia directa en los altos índices de deserción escolar. “Si a los chicos los roban, llegan tarde y los suspenden, y bastante más, la deficiencia en el transporte urbano termina colaborando en que abandonen la escuela. Es un factor clave, que nadie discute, ni siquiera los gremios docentes. No hay un sólo pedido al CNRT sobre este tema, y tampoco de los Consejos Escolares de los distritos. Y los chicos son excluidos del sistema, cada vez más”, cerró Lescano.
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