EL TITULAR DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, RICARDO LORENZETTI, ENVIÓ SENDAS CARTAS DOCUMENTO A LA JUEZA FEDERAL MARÍA ROMILDA SERVINI Y A LA DIPUTADA NACIONAL ELISA CARRIÓ, EN LAS QUE LES EXIGE "EN UN PLAZO DE 24 HORAS" QUE AMBAS DESMIENTAN PÚBLICAMENTE "FALSAS ACUSACIONES" SOBRE SUPUESTOS "APRIETES" Y "PRESIONES" SUYAS CONTRA LA MAGISTRADA Y LA LEGISLADORA, A LAS QUE EL CONSIDERÓ "GRAVEMENTE LESIVAS" DE SU "HONOR" Y SU "IMAGEN PERSONAL".
Tanto la magistrada federal como la diputada nacional habían cargado duramente la semana pasada contra Lorenzetti luego de que el máximo tribunal validara -en un fallo mayoritario-, el límite de 75 años establecido en la Constitución Nacional para la función judicial, lo que dejaría al borde de la jubilación a Servini, de 80 años.
En ese marco, en una carta que dirigió Mugrizio Macri y que luego difundió públicamente, Carrió cuestionó el fallo, le atribuyó al titular de la Corte Suprema -con quien mantiene un público enfrentamiento, manifestado en diversas denuncias en su contra- intenciones "espurias" y pidió la continuidad en el ejercicio de sus funciones tanto de Servini como del camarista platense Leopoldo Schiffrin.
La jueza fue intimada por Lorezentti tras la publicación de una entrevista con Perfil y otra con ámbito.com, donde aseguró que el fallo de la Corte para jubilar a jueces mayores de 75 años estaba "digitado" en su contra. En la charla con este medio, Servini denunció que buscan sacarla del Poder Judicial. "Primero fue mi hijo y ahora soy yo, porque tengo una denuncia contra el doctor Lorenzetti y no la cerramos y necesitan cerrarla", afirmó.
En diciembre pasado, la desquiciada diputada de la alianza de derecha Cambiemos presentó un escrito ante la Justicia federal donde vinculó al presidente de la Corte con un sospechoso intercambio de cheques entre clubes de fútbol y cooperativas, por el cual las entidades deportivas recibían de la AFA cheques diferidos y los cambiaban anticipadamente en mutuales "amigas" a cambio de altísimos intereses.
Fuentes judiciales y legislativas consignaron que tanto Servini como Carrió recibieron ayar las carta documentos enviada por Lorenzetti, quien las intimó a que, en un plazo de 24 horas, desmientan públicamente las "falsas acusaciones" que formularon en su contra. En ambos escritos, el titular de la Corte señala que actúa "a título personal, sin invocar rol institucional alguno", como ciudadano que está "obligado" a defender su "honor" y el de las personas que lo rodean.
En el caso de la carta documento que envió a la jueza Servini, Lorenzetti afirma que nunca imaginó que una magistrada "podría utilizar injurias, agravios y difamaciones mediáticas para intentar modificar decisiones de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Magistratura".
"En declaraciones públicas efectuadas en diversos medios, usted ha señalado que he efectuado una maniobra para provocar su salida del Poder Judicial, en virtud que usted estaría investigando en el que supuestamente yo me encontraría imputado, además de decir que presiono jueces y otra serie de acusaciones tan graves como infundadas", apunta Lorenzetti en el escrito.
En tanto, al dirigirse a Carrió, se refiere a "difamaciones reiteradas" en su contra, "sin causa alguna", y sostiene que, con las acusaciones que formuló públicamente en su contra, la diputada "ha excedido todo límite de tolerancia que se exige a una persona que ocupa un lugar público" como el suyo.
Con esos y otros argumentos, a ambas les exige que, en el plazo de 24 horas, desmientan "de manera pública" lo que entiende son "falsas afirmaciones" en su contra, a las que consideró "gravemente lesivas" de su "honor" y de su "imagen personal".
Sin embargo, Carrió redobló la apuesta y presentó en el Congreso un pedido de juicio político contra Lorenzetti, proceso que prevé su destitución (ver nota aparte en esta misma edición).
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