MIENTRAS NACIÓN INTENTA IMPONER EL TECHO DEL 18%, EL GOBERNADOR PUNTANO FIRMÓ AUMENTOS DEL 38% AL 60%.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, le complicó todavía más a Mugrizio Macri su plan para imponer un techo del 18% de aumento en las paritarias con docentes y estatales. El peronista puntano anunció un "salariazo" de hasta el 60% para todos los empleados públicos de su provincia.
El "salariazo" en San Luis seguramente será una traba más en las negociaciones que llevan adelante los gobernadores, como María Eugenia Vidal que no se despega de la estrategia del 18% atado a la inflación, un número inaceptable para la mayoría de los gremios. Todo esto en medio del anuncio del paro docente de 48 horas en todo el país el lunes y martes próximo.
El aumento salarial anunciado por "el Alberto" será del 38% para los sueldos más altos y del 60,7% para los más bajos (en tres tramos), según anunció. Además, adelantó que los beneficiarios del Plan de Inclusión Social percibirán una suba del 188%. "Para planificar el aumento salarial tuvimos en cuenta el índice de pobreza e inflación", indicó.
"Esperé el discurso presidencial para adecuar un plan de lucha contra la pobreza. Hubiera preferido que lo diga el Presidente para acompañarlo, pero sólo escuché enunciados sin ningún plan", cuestionó Rodríguez Saá, que el miércoles estuvo en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
El mandatario provincial está cruzado con Macri (el mes pasado no lo fue a recibir cuando visitó su provincia) porque el subnormal empezó a inflar la candidatura a senador por la alianza de derecha Cambiemos del ex gobernador Claudio Poggi, enfrentado a los Rodríguez Saá, sus ex jefes políticos. Poggi tiene buena imagen pública y su candidatura en alianza con el PRO y la UCR, y con respaldo del aparato de Nación, es el primer desafío político serio para los hermanos en tres décadas.
Por esta razón, el gobernador puntano empezó a apuntalar una alianza con el kirchnerismo, con el que estuvo duramente enfrentado durante 12 años, al punto de pasar la Nochebuena con Milagro Sala y pedir abiertamente la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. Es que Alberto busca un acuerdo con el kirchnerismo puntano, representado en el intendente de la capital, Enrique Ponce, su rival predilecto antes de iniciado el duelo con Poggi.
La otra pata de la estrategia política para mantener el poder a salvo es impulsar la candidatura a senador de su hermano Adolfo, el único capaz de vencer a Poggi. Sin embargo, el senador no está convencido y en la provincia creen que si no tiene una chance clara de ganar, no arriesgará su prestigio y se retirará de escena.
En ese escenario, el "salariazo" a docentes y administración pública es acaso la jugada más segura del Alberto, en una provincia con un nivel altísimo de empleo en el estado provincial (sin contar a los beneficiarios del plan de inclusión social). Semejante inyección de pesos a los empleados públicos logrará además mover a toda la economía puntana.
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