LOS INVESTIGADORES PREMIADOS LE ENTREGARON UNA CARTA A MUGRIZIO MACRI Y AL MINISTRO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA, LINO BARAÑAO, DONDE LE EXIGEN AL RÉGIMEN FASCISTA QUE DE MARCHA ATRÁS CON LOS AJUSTES PREVISTOS PARA EL ÁREA.
En medio de la tensión por las protestas por el ajuste y la toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología por parte de investigadores del Conicet, el régimen macrifascista entregó los premios Houssay, Houssay Trayectoria y Jorge Sábato a nueve investigadores por la labor en el sector científico tecnológico. La ceremonia se transformó en una oportunidad para replicar las críticas al ajuste a pesar de que tanto el jefe de Gabinete como el ministro Lino Barañao se empeñaron en negar el recorte presupuestario que dejó fuera de carrera a quinientos investigadores. Los premiados no pudieron hablar pero entregaron una carta.
Lejos de los festejos y agasajos clásicos de una premiación, los investigadores fijaron posición a través de una carta dirigida al ministro Barañao, y a Mugrizio Macri, en la que manifestaron "preocupación y rechazo" a los recortes de las partidas presupuestarias destinadas a los organismos que componen el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.
"La reducción del presupuesto compromete seriamente el normal desenvolvimiento de la actividad científica y su proyección, decisivos para el desarrollo integral de la Argentina y el bienestar de sus habitantes", dice la carta firmada por la Dra. Noemí Zaritzky -elegida como Investigadora de la Nación 2015-, el filósofo Jorge Dotti, el historiador Ezequiel Adamovsky, el doctor en Ciencias Biológicas Ricardo Gürtler, entre otros.
Los científicos piden que durante 2017 no se "produzca ninguna disminución relativa de los fondos asignados" y que se "revierta la decisión de incumplir con el aumento del 10 por ciento de investigadores del Conicet pautado en el Plan Argentina Innovadora 2020". Este ajuste motivó la toma del Ministerio por parte de los casi 500 aspirantes a becarios que habían sido aprobados pero que no serán incorporados por el ajuste previsto para el área.
El jefe de Gabinete sostuvo ayer que la discusión sobre los montos del presupuesto para el área de ciencia y tecnología "se empobrece si se habla de recorte, cuando en realidad se están aumentando los fondos más que a cualquier otro organismo del Estado" y reivindicó "el camino del diálogo para buscar soluciones a mediano y largo plazo".
"Somos conscientes de que hay mucho por hacer, pero es importante destacar el casi 50 por ciento de aumento del presupuesto del Conicet este año y en más del 25 por ciento para el ministerio de Ciencia y Tecnología y de haber hecho uno de los presupuestos más importantes en el tema de ciencia", dijo el ministro coordinador.
Peña Braun Menéndez, haciendo caso omiso de la protesta por la decisión de recortar las vacantes a la carrera de investigador, llegó a decir que el compromiso del régimen con la ciencia "tuvo muchos momentos de discusión, de debate y de temores, tanto el año pasado como este año" pero aseguró que en el 2016 "esos temores se han ido superando uno a uno con el trabajo, con la concreción de proyectos y el avance de otros sobre los que creíamos que podíamos seguir trabajando".
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, señaló que el premio "es una manera no sólo de reconocer a los investigadores, sino de mostrarles qué tipo de investigadores queremos para el país" y tras recordar que "en estos días se está discutiendo mucho la investigación y cuántos investigadores tenemos que tener", apuntó que "no se discute tanto para qué queremos los investigadores y para qué sirven".
Barañao destacó el papel del Conicet en la formación de investigadores de excelencia y expresó que "muchas instituciones tienen un número de investigadores menor al requerido internacionalmente, sin embargo la carga de responsabilidad de dar empleo a los investigadores cae indefectiblemente en el Conicet".
"Incluso en instituciones que forman y toman becarios luego piden su reemplazo y no los incorporan a su planta y eso se siente en la calidad", aseveró y comentó que "si no mostramos que hay un rédito, no podemos decir que la ciencia es una inversión y va a ser considerada un gasto".
"Uno puede hacer un experimento mental y pensar qué pasa si suprimimos el Conicet, y no hay más investigadores; realmente en lo cotidiano no pasaría nada , y lo que ocurrirá es que se cerraría una puerta para el futuro, no lo percibiríamos ahora pero estaríamos coartando una posibilidad para las generaciones que vienen", dijo.
Los premios que entregó el régimen están destinados a los científicos que contribuyeron en la producción de nuevos conocimientos, en el desarrollo de innovaciones tecnológicas de impacto social y productivo y en promover la transferencia del saber y la formación de recursos humanos.
Recibieron los premios Houssay, dirigidos a investigadores menores de 45 años, Paula Casati (Biotecnología), Vera Álvarez (Ciencias de los materiales), César Bertucci (Planetología y física espacial) y Ezequiel Adamosky (Historia).
Los premios Houssay Trayectoria, reservados para investigadores mayores de 45 años que desarrollaron la mayor parte de su actividad científica en el país, fueron recibidos por Ricardo Gurtler (Ciencias biológicas), Luis Antonio Spalletti (Geología), Jorge Dotti (Filosofía) y Noemí Zaritzky (Ciencias químicas).
A su vez, el premio Jorge Sabato, fue otorgado a Hugo Gramajo (ciencias bioquímicas) por su importante historial en transferencia y desarrollos tecnológicos con impacto económico-productivo en sectores críticos para el desarrollo del país.
Zaritzky, galardonada con el premio a la Investigadora de la Nación, es ingeniera química de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y doctora en Ciencias Químicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
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