domingo, 4 de diciembre de 2016

Fidel, el hombre que desafió al tiempo

Editorial - Por Soledad Sganga

“LA IGNORANCIA MATA A LOS PUEBLOS, POR ESO ES PRECISO MATAR A LA IGNORANCIA” (JOSÉ MARTÍ). EL 25 DE NOVIEMBRE DE 2016 PASÓ A LA INMORTALIDAD EL COMANDANTE FIDEL CASTRO. TODO LO QUE PUEDA DECIRSE, YA ESTÁ DICHO. HASTA LOS FESTEJOS DE SU MUERTE NO ASOMBRAN.


Fidel Alejandro Castro Ruz fue, es y será el hombre que incomodó durante casi 60 años a las mayores potencias, a los líderes mundiales más poderosos.

"Si salgo, llego; si llego, entro y si entro, triunfo", dijo y comenzó una Revolución que parecía imposible, en una pequeña isla sometida a la dictadura de Batista. Liberó a su pueblo de yugo del imperialismo y lo puso de pie.

Sembró justicia social y conciencia política; y bregó sin descanso por la igualdad y libertad, no sólo de su pueblo sino de muchos pueblos del mundo. 

Fue un hombre que desafió al tiempo. Desafió al miedo. Desafió con una entereza pocas veces vistas a los embates de sus eternos enemigos. Sufrió más de 600 intentos de asesinato.

En un mundo dominado por el capitalismo, sistema que se sostiene entre otras cosas en altos niveles de pobreza y de analfabetismo, Fidel al contrario de esas “conveniencias” de pueblos ignorantes y carentes de derechos, no le tembló la mano en matar a la ignorancia como dice Martí.

Un pueblo educado es un pueblo con voz. ¿Qué líder en el mundo se anima a educar a su pueblo, a generarle conciencia? ¿Qué líder se anima a sostener los índices que hoy nos muestra Cuba?

100% del pueblo cubano alfabetizado, no hay un solo niño durmiendo en las calles, niveles de nutrición sólo comparables y muchas veces superiores a los países del llamado primer mundo, más de 35.000 médicos cubanos en el mundo debido a la excelente calificación y capacidad.

Fidel fue el único hombre, líder político y revolucionario que no tuvo miedo que la historia lo juzgue; que no le tuvo miedo a su pueblo, que sembró valores y convicciones muy fuertes. 

Un feroz y aún vigente bloqueo, repudiado por gran parte del mundo, no pudo evitar que éste Comandante inculque en lo más profundo de su pueblo que la justicia social es un derecho indeclinable, que para estudiar hay que estar sano y que para estar sano hay que comer. 

Este dictador le dio al mundo un ejemplo de valentía, no sólo a través de las armas convencionales. Sino a través de las armas más temidas por los más mediocres: el conocimiento, la conciencia. 

Millones de personas en el mundo hoy lloramos su partida y revalorizamos su coraje, su empeño, su valentía y su inquebrantable convicción que lo llevó a cambiar el paradigma, demostrando que para poder sostener la revolución durante casi 60 años es necesario un pueblo consciente y comprometido.

Este dictador no utilizó a su pueblo para gobernar ni dominar. Les dio las herramientas necesarias para que puedan desarrollar valores que casi ningún pueblo del mundo tiene.

Cuando lo que molesta es el pobre pero políticamente sirve, cuando la educación no es prioridad ya que de lo contrario la dominación se vuelve difícil, Fidel fue contra corriente. Y encontró en el amor y agradecimiento de su pueblo y de otros pueblos del mundo su mejor seguridad.

Al llamarlo dictador, más que calificarlo a Fidel, se subestima a su pueblo. No se puede engañar durante tanto tiempo a muchísimas generaciones. 

El pueblo cubano tiene una dignidad pocas veces vistas, gracias a éste dictador. Y el Comandante pasó a la inmortalidad como los verdaderos grandes. Con el corazón en sus manos. 

El pueblo cubano, en un emocionante silencio que grita su dolor ve pasar el cortejo. Respetuoso y agradecido, Fidel ante ellos sigue su paso firme a la inmortalidad con la misma firmeza que tuvo durante más de 60 años. 

Pueblos del mundo lloran su partida, sabiendo que su paso por esta tierra no fue en vano; que dejó su huella y esa huella es imborrable. 

¡Hasta la victoria siempre, Comandante!

No hay comentarios:

Publicar un comentario