TAMBIÉN SE DEFINIÓ EL NÚMERO DE UN FONDO PARA MUNICIPIOS: SERÁ DE 8.500 MILLONES DE PESOS.
Los operadores de María Eugenia Vidal están muy cerca de un acuerdo con los intendentes del peronismo y se despeja el camino para la votación del presupuesto 2017. Una serie de reuniones realizadas en las últimas horas acercaron a las partes. “El trazo grueso está cerrado, la idea es que la semana que viene avancemos en cuestiones más finas para votarlo en pocos días”, dijo un intendente del Grupo Esmeralda.
El réimen fascista provincial tuvo que ceder una buena parte del endeudamiento solicitado. La gobernadora estaría dispuesta a cerrar en 52.000 millones la cifra de autorizaciones de endeudamiento, un número que notoriamente más chico que los más de 92.000 millones pedidos en el presupuesto que se envió a la Legislatura.
Pero además, los intendentes peronistas se cargan otro triunfo: lograron el compromiso del gobierno de volver a incluir dentro del endeudamiento un fondo para obras de infraestructura por 8.500 millones que se repartirán entre los 135 municipios, ya sean de signo peronistas, oficialistas, o del Frente Rejuntador.
"Nosotros necesitamos que se baje el nivel endeudamiento y que haya un fondo para obras de infraestructura. Esta semana habrá reuniones formales", dijo el intendente de San Martín Gabriel Katopodis.
En los últimos días existieron dos reuniones claves. Una de ellas fue el jueves en La Plata. Allí participaron el futuro ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre; el diputado Manuel Mosca, y el intendente del Partido de La Costa, Juan Pablo De Jesús.
La otra reunión fue el viernes en una conocida confitería del norte de la Ciudad de Buenos Aires. Allí estuvieron los intendentes De Jesús, Katopodis, Eduardo Bucca (Bolívar), Manuel Mosca y el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza.
Los operadores de Vidal tuvieron también sus reuniones en La Plata. El jueves Lacunza, De la Torre, Mosca y Roberto Gigante (futuro ministro de Infraestructura) desfilaron por el despacho de Federico Salvai, el armador político de la gobernadora.
Pero el acuerdo con los intendentes incluye además la poderosa Defensoría del Pueblo, que quedará para los Esmeralda. El nombre del ex diputado Guido Lorenzino parece el elegido por los intendentes. En tanto, ese organismo les quedará completo, toda vez que la idea de partir la Defensoría para generar más espacios de poder y "pagar" a varios sectores de la oposición quedó desarticulada.
Además, se decidió dejar abierta la discusión para un lugar en el Tribunal de Cuentas del la provincia. Es que Vidal bajó la orden de definir esos cargos el año próximo.
Otro punto negociado por los intendentes tiene que ver con la reforma impositiva y con los que los intendentes reciben de los impuestos al juego. Se aumentará de 5 a 10 puntos el porcentaje de coparticipación que el Ejecutivo gira a los municipios en calidad de impuestos al juego.
Semana de definiciones
La semana que se inicia será de definiciones. La propuesta de bajar los pedidos de endeudamiento de 92.000 a 52.000 millones es casi imposible de rechazar para el peronismo. A eso se suma un fondo para obras superior al del año pasado.
Con todo, al igual que sucedió el año pasado, los intendentes del Esmeralda volvieron a ser los árbitros de la discusión. Los siete alcaldes -Katopodis, Bucca, De Jesus, Martín Insaurralde (Lomas), Juan Zabaleta (Hurlingham), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) trabajaron en sociedad con Florencio Randazzo para llegar al acuerdo con el oficialismo.
Ahora, el peronismo en la Legislatura bonaerense deberá sortear la interna. “No hay chances de que la vicepresidencia primera no quede para nosotros”, dicen desde el Esmeralda. Los diputados de La Cámpora se plantaron y no quieren saber nada con votar al randazzista Marcelo Feliú en ese lugar.
Los días que vienen serán complicados para el peronismo. Seguir mostrando la unidad que esgrimieron desde que ingresó el presupuesto a la Legislatura será una tarea más que compleja.
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