LA INESPERADA REBELIÓN QUE DEBIÓ AFRONTAR LA FASCISTA GOBERNADORA BONAERENSE POR CULPA DEL EQUIPO QUE CUIDA SU IMAGEN. ESCÁNDALO Y RENUNCIAS.
A raíz de un extraño episodio protagonizado por una de las modistas de María Eugenia Vidal, Laura Felisa Medina, se supo que el estudiado look de la gobernadora requiere de la asistencia de un nutrido equipo. Lo integran, entre otros, un chef personal que se encarga de su dieta, un estilista que se ocupa de su pelo y dos asesoras de moda responsables de su vestuario. Todo a cargo del presupuesto provincial.
Una de estas personas, Laura Felisa Medina, desató un conflicto en la administración provincial que tuvo serias consecuencias. La hermana del consultor de imagen Fabián Medina Flores, quien también colaboró con el look de la gobernadora desde la agencia Allegra Moda, tiene un contrato fechado el 4 de abril. Sin embargo, todavía no habría podido cobrar a la provincia de Buenos Aires por su valiosos servicios.
¿Por qué? Porque no presentó la documentación exigida para ser proveedor en ese distrito. Por ejemplo, nada menos que las certificaciones de inscripciones en ARBA y en AFIP. En la misma situación está su asistente Claudia Salomé Carreira, contratada junto a Medina.
El problema fue que, apelando a su cercanía con Vidal, Medina llamó furiosa a la oficina de Personal para apurar los pagos. Como es imposible hacerlo sin completar la presentación de los papeles, la respuesta fue negativa. Por esta situación el secretario General de la Gobernación, Fabián Perechodnik, ordenó despedir al director de Personal, Ricardo Callaba.
El conflicto escaló porque, en solidaridad con Callaba, amenazaron con presentar su renuncia los directores de Administración, Gustavo Durán, de Contabilidad, Mariano Navia, de Contrataciones, Carlos Navajas, de Licitaciones y Contratos, Guillermo Navia, y de Compras y Suministros, Gabriel Larsen. Como "efecto colateral" del escándalo, también desapareció del sitio oficial del régimen provincial el expediente de la modista.
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