DURANTE JULIO, LAS VENTAS DE PRODUCTOS DE LA CANASTA BÁSICA SUFRIERON LA SEXTA BAJA DEL AÑO, ACUMULANDO EN LO QUE VA DEL AÑO UN RETROCESO DEL 3,9% EN UNIDADES.
De este modo, julio es el segundo mes consecutivo con una desaceleración en el ritmo de caída de la demanda. Las ventas habían tocado un piso en mayo, cuando se derrumbaron un 7,7%, en junio la baja fue algo menor (-6,4%) y esta tendencia relativamente positiva se acentuó en julio, que cerró con un descenso de un 5,4% en volumen.
Los datos corresponden a un relevamiento que realizó la consultora Scentia, publicado ayer por el pasquín oficialista La Nazión, sobre la base de los datos aportados por las cadenas de supermercados, autoservicios chinos, mayoristas y el llamado canal tradicional (almacenes, quioscos y pequeños autoservicios).
"Transcurrido el 60% del año tenemos una disminución del 3,9% en las compras, y para que el mercado termine el año estable, es decir, con un crecimiento del 0% frente a 2015, deberíamos crecer en lo que resta del año un 5,4%", advirtió José Amodei, director de la consultora.
En este contexto, la única categoría que mostró números positivos en julio fue la de alimentación, que cerró el mes con una leve suba del 0,2% en volumen. "Alimentos es la canasta más inelástica, pero frente a los primeros siete meses de 2016 queda un retroceso del 1,3%", precisó Amodei.
En el resto de los rubros, desde los congelados hasta las bebidas, pasando por lácteos, perecederos e higiene y cosmética, los números son mucho peores y en todos los casos cerraron julio con menores volúmenes que doce meses atrás.
Por lejos, la peor performance corresponde a la categoría de limpieza de ropa y el hogar, que sufrió una caída del 16,1% en unidades, aunque en el acumulado del año la tabla del descenso es liderada por las bebidas alcohólicas, con una baja del 7,7 por ciento.
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