DILMA ROUSSEFF EXPUSO SU DEFENSA ANTE EL SENADO. DIJO QUE "ESTAMOS A UN PASO DE LA CONCRECIÓN DE UN GOLPE DE ESTADO" Y PIDIÓ QUE NO SE AVALE LA "ELECCIÓN INDIRECTA DE UN GOBIERNO USURPADOR".
Ante la Cámara de Senadores, que decidirá el resultado del impeachment, la suspendida presidenta Dilma Rousseff advirtió ayer que "estamos a un paso de una grave ruptura institucional, estamos a un paso de la concreción de un verdadero golpe de Estado" y solicitó a los legisladores que voten "en contra" de su destitución para no avalar "la elección indirecta de un gobierno usurpador", en referencia al régimen de derecha de Michel Temer.
"No puedo dejar de sentir en la boca el sabor amargo de la injusticia", lamentó la mandataria suspendida ante los senadores por la denuncia de "maquillaje" de las cuentas públicas, una práctica repetida por presidentes anteriores pero que sirvió de base para conseguir el juicio político contra Dilma.
Acompañada por figuras como la del ex presidente Lula Da Silva y el músico Chico Buarque, Dilma se mostró fuerte, reiteró que es "inocente" y aseguró que su lucha no era por mantenerse en el poder sino "por la democracia, por la verdad, por la justicia. Lucho por el pueblo de mi país".
"Es por eso que resisto, al igual que en el pasado", afirmó quien fuera presa política durante la dictadura. "En el pasado las armas y hoy la retórica jurídica pretenden atentar contra la democracia", sentenció.
Dilma comparó los hechos en el Senado con aquella, vez hace más de 40 años, en que fue juzgada por un tribunal militar en pleno régimen. "De esa vez quedó un registro, una fotografía en la que yo estaba de cabeza erguida mirando a mis verdugos, que escondían su rostro con miedo de ser reconocidos y juzgados por la historia. Hoy no hay prisión ilegal ni tortura (...) pero continúo de cabeza erguida mirando a los ojos de quienes me juzgan", expresó.
En una sesión en la que estaban inscriptos 40 senadores para hablar, Rousseff enfrentó a sus acusadores, entre ellos el ex candidato presidencial Aecio Neves, quien la acusó de haber mentido en la campaña y de haber incurrido en "pedaleadas fiscales" para maquillar la economía.
"Ustedes nunca reconocieron la derrota, acudieron a los tribunales electorales y apostaron al cuanto peor mejor", le respondió Dilma a Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
"Este golpe será golpe si condenan a una inocente por crimen de responsabilidad", le dijo al jefe del bloque del PSDB, Cassio Cunha Lima, quien la acusó de haber guardado informaciones para ganar las elecciones en 2014 y afirmó que su salida no es un golpe sino un pedido "de las calles".
"Senador, el proceso no fue en forma espontánea; ustedes se aliaron al chantaje de Eduardo Cunha para derrocarme; el proceso no vino de las calles en forma espontánea", manifestó la mandataria.
En las afueras, el Congreso ha sido vallado y está custodiado por más de 1300 policías. "Estoy en la lucha por defensa de la democracia y la dignidad del pueblo. Esto ha sido una persecución contra el PT, Dilma y el pueblo brasileño", afirmó Marlene Bastos, una profesora jubilada de 65 años.
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