domingo, 3 de julio de 2016

Tras el escándalo del caso López, Randazzo demora su aparición hasta marzo

LOS INTENDENTES QUERÍAN AL MINISTRO CAMINANDO PRONTO. PERO HABRÁ QUE ESPERAR. EL ROL DEL RÉGIMEN MACRIFASCISTA.

La detención de José López removió el escenario político y una de sus consecuencias es que Florencio Randazzo no definirá su candidatura en la provincia de Buenos Aires hasta antes de febrero o marzo de 2017.

No era la idea de los intendentes del conurbano que promueven al ex ministro del Interior como rival de Sergio Massa y Jorge Macri en las legislativas bonaerenses, el plato fuerte de las elecciones a medio término.

La nueva camada de alcaldes la dirigen el marido de Jesica Cirio, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), enlaces con Randazzo y también con el vende humo Sergio Massa y la gobernadora fascista María Eugenia "Heidi" Vidal.

Randazzo había empezado a andar. Probó la respuesta de la gente en improvisadas caminatas callejeras y visitó en el Senado a Miguel Ángel Pichetto, miembro del Comité de Acción Política, encargado de reencauzar el PJ.

Pero el caso López lo obligó a hacer borrón y cuenta nueva y ahora no querría definir su futuro político antes de febrero marzo, cuando el calendario electoral se empiece a sentir.

Otra duda del ex ministro es la reacción del régimen macrifascista, que parecía interesado en su candidatura para competir con tres listas peronistas y apelar a un triunfo de Jorge Macri sin la necesidad de llegar a 40 puntos.

Pero la necesidad de exponer actos de corrupción del Gobierno de Cristina Kirchner podría hacerlo revisar los planes. Incluso, hay versiones sobre un posible “carpetazo” contra Randazzo, si hace falta sacarlo de carrera. Ya hubo señales en tal sentido: Macri no lo cuidó en el informe de Gobierno difundido hace un mes, donde se reflejaron maniobras poco claras del Ministerio del Interior.

El trío de intendentes del conurbano, que suelen sumar a otros a la mesa como Juan Zabaleta (Hurlingham) o Verónica Magario (La Matanza), no ve futuro político sin Randazzo. A ninguno le cierra caer a los brazos de Massa, quien esta vez no quiere apurar los tiempos de las alianzas. Y sin candidato, corren riesgo de quedar preso en una interna peronista donde el kirchnerismo residual, aún en caída, pueda imponerse. Pero Randazzo les dejará el suspenso.

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