Tras la declaración de Fariña, allanaron oficinas en Puerto Madero

CASANELLO ORDENÓ ALLANAMIENTOS EN UNAS OFICINAS UBICADAS EN LA INTERSECCIÓN DE LAS CALLES JUANA MANSO Y EMMA DE LA BARRA.

El juez federal Sebastián Casanello ordenó ayer allanamientos en unas oficinas ubicadas en la intersección de las calles Juana Manso y Emma de la Barra, en Puerto Madero, en el marco de la causa que se le sigue al empresario Lázaro Báez.

El procedimiento se llevó adelante en el sexto piso, donde funciona una gestoría de seguros, por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y según trascendió, se secuestro documentación.

En la misma causa, Leonardo Fariña se acogió a la "ley del arrepentido" ante el juez Casanello. Fariña se encuentra detenido desde 2014 en el penal de Ezeiza por la evasión de 28 millones de pesos en la compra de un campo. Previo a prestar declaración indagatoria ante Casanello, el ex marido de Karina Jelinek había dejado entrever su maniobra, al afirmar que “se rompieron los silencios, esto es un quilombo".

Además, el magistrado ordenó ayer el secreto de sumario. De manera que ni el tribunal ni la fiscalía que comanda Guillermo Marijuan brindarán información al respecto de momento. El secreto de sumario permite al juez ordenar medidas sin conocimiento de las partes. Y la primera que se conoció a poco de restablecer ese instrumento fue un allanamiento en Puerto Madero.

Otro de los involucrados en el escándalo que debió presentarse ante el juez fue Fabián Rossi, el presunto armador de las sociedades offshore de Panamá por donde habría sacado el dinero Lázaro Báez.

El empresario -ex marido de Iliana Calabró- se negó a declarar. No obstante, presentó un escrito en el que asevera que contó dinero en la financiera SGI.

"En primer lugar, nada de lo que se ve en esas imágenes desmiente, o prueba lo contrario de todo lo que llevo dicho -en esta presentación y en la anterior- sobre mi rol o función en SGI", indicó Rossi en su presentación.

En otro tramo del texto, advierte que ayudó "a contar dinero en alguna que otra ocasión" y pregunta: "¿Eso lo convierte en mío? ¿Eso me convierte automáticamente en autor o en cómplice de algún delito? ¿Eso hace suponer que yo sabía todos los detalles vinculados con ese dinero? ¿Hay algo en las imágenes que pueda sustentar una respuesta afirmativa a estas preguntas? La respuesta es que no. ¿Hay algo en la causa, ya con más de tres años de trámite, que pueda dar lugar a una respuesta afirmativa a esas preguntas? La respuesta es que no".