EL JEFE DE GABINETE QUISO SUAVIZAR EL DISCURSO DE LA DIPUTADA, QUE LO INSULTÓ Y LE DIJO QUE “YO HAGO POLÍTICA”.
Elisa Carrió estalló cuando Marcos Peña, el jefe de gabinete, la llamó para pedirle que moderara su discurso.
Desde que ocupa cargos públicos, Mugrizio Macri le atribuyó a Peña la función de controlar el discurso de todos los funcionarios del régimen.
Ahora, como el funcionario más poderoso después del presidente, el jefe de gabinete también monitorea qué dicen en el Poder Legislativo y no sólo en el PRO, sino también sus aliados.
Como “Biblita” viene marcando todo lo que le disgusta del régimen de Macri, a veces incluso con más dureza que la oposición, Marcos intentó suavizar sus apariciones en los medios.
Desde el macrifascismo negaron que haya existido una conversación en esos términos y señalaron que Carrió y Peña tienen una muy buena relación, a tal punto que hablan entre tres y cuatro veces por semana. Pero la chaqueña enfureció con el llamado y habría tratado a Peña de “pendejo”, entre otros insultos. “Estoy en política hace 30 años”, le achacó Carrió al jefe de gabinete.
“Mi gobierno vive de la imagen y yo hago política”, había dicho Carrió anteanoche en el programa "A Dos Sobres" que se emite por la oficialista señal de cable TN (minuto 21:46).
Luego del llamado, Carrió salió ayer una vez más a presionar a Macri al pedirle que no acepte la renuncia del juez federal Norberto Oyarbide. La respuesta del régimen, por ahora, fue contraria: el ministro de Justicia, Germán Garavano, adelantó que el presidente le aceptará la renuncia al cuestionado magistrado el próximo 15 de abril.
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