EL MINISTRO SE NIEGA A LIBERAR PAGOS. LOS CONTRATISTAS LE ADVIRTIERON AL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO QUE EN DOS MESES ENTRAN EN CRISIS TOTAL.
La crisis por la parálisis de la obra pública escaló hasta el máximo nivel. Mugrizio Macri tiene cada vez más dificultades para que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat el Gay, entienda la gravedad de la situación.
El albacea de la fortuna de la familia Fortabat decidió pisar todos los pagos con la evidente intención de contribuir a la reducción de la emisión y al mismo tiempo generar un enfriamiento de la economía que ayude a controlar una inflación que se escapó mucho más de lo previsto y que promete marcar alrededor del 7 por ciento para abril.
En la volteada cayó la obra pública, un costado sensible para Macri. La situación es crítica para los grandes contratistas, nucleados en la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). El problema es que no cobran desde mediados del año pasado cuando Cristina Kirchner y Axel Kicillof congelaron todos los pagos.
Los contratistas esperaban que con la llegada de Macri al gobierno al menos se pagara parte de la deuda pero nada de eso ocurrió, confirmaron fuentes de la Cámara. A cuatro meses de asumido Macri, el régimen no pagó nada de la deuda y no lanzó nuevas obras. "Mauricio sabía que Alfonso iba a ser inmanejable y por eso dudo mucho a la hora de nombrarlo, pero al final se la jugó porque quería tener un gabinete de lujo y ahora está pagando el costo", explicó un allegado al hijo bobo de Franco Macri.
Para disfrazar la situación crítica, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que tiene en su cartera la Secretaría de Obras Públicas, ya armó dos comisiones sucesivas. La última la presentó el lunes, junto al titular de la UOCRA, Gerardo Martínez y el líder de Camarco, Juan Chediak. Se trata de una bicicleta armada para pedalear los pagos hasta que Prat el Gay cierre con los fondos buitres y cumpla su promesa de empezar a liberar fondos.
El tema se charló en la cámara antes de la foto del lunes de Chediak con Frigerio. Allí los principales contratistas del país acordaron que era necesaria una gestión directa de Chediak ante Macri para que le plantee al pelotudo con toda crudeza la crisis que vive el sector. "Tenes que ir sólo y hablar cara a cara, sin distracciones", le sugirieron.
El problema es que muchas firmas sostienen que en las actuales condiciones sólo pueden aguantar dos meses más. Prat el Gay no sólo piso todos los pagos, sino que además tiene bloqueados proyectos de envergadura que ya vienen con financiación, porque dice que no quiere hacer ningún movimiento que le complique el cierre con los buitres.
Se suma a esto que mientras tratan de aguantar, las empresas deben financiarse con tasas que arrancan en el 40 por ciento por la suba que dispuso el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. “Ya tenemos entre 45 mil y 50 mil despidos”, reconocen en Camarco.
Nadie entiende porque Macri no permite que aunque sea la deuda se pague en bonos, como hizo el inicio de su gestión en la ciudad de Buenos Aires con la deuda que heredó de Jorge Telerman. “La provincia ya empezó a pagar deuda a los contratistas con bonos, la Ciudad paga y en la Nación nada”, se lamentan los empresarios.
Los empresarios temen que aunque la negociación de Prat el Gay con los holdouts termine con éxito, el cierre del financiamiento para la obra pública se demore más de lo que pueden aguantar. Sin embargo, uno de los constructores que se reunió con Macri trajo algún alivio, al afirmar que "el presidente está muy casando y se le nota, pero me dijo que entiende la situación y que va a empezar a liberar fondos, que ya no se puede seguir así". Se verá si logra imponerse a su ministro.
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