LE CUESTIONAN AL PROCESADO PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL ALGUNAS FALENCIAS TÉCNICAS DEL PROYECTO, PERO TAMBIÉN QUE SE APROPIÓ DEL ANUNCIO.
En la Casa Rosada hay bronca con el procesado presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, por haberse apropiado del plan de créditos hipotecarios, pero también por haber adelantado el lanzamiento sin esperar a que frene la estampida inflacionaria.
Es que en el régimen consideran que Sturzenegger se apuró a lanzar su plan de créditos para primerear al titular del Banco Nación, Carlos Melconian, que trabajaba en su propio proyecto y que podría lanzar cuando se frene la inflación. Ese cortocircuito quedó a las claras a partir de la decisión del Nación de no sumarse al grupo de bancos que ofrece los nuevos créditos.
Pero en su afán de ganarle de mano a Melconian, Sturzenegger terminó salteando al propio Mugrizio Macri. Durante su campaña, el ex hijastro de Flavia Palmiero se refirió reiteradas veces al grave problema habitacional y prometió lanzar créditos accesibles. Es decir que el anuncio de un plan hipotecario nacional era cumplir una promesa de campaña, pero además era uno de los logros más importantes que podía mostrar el pelotudo en un contexto de ajuste y tarifazos.
Sin embargo, el “lanzamiento” fue apenas un comunicado de prensa del Banco Central. En la Rosada dicen que Sturzenegger se largó sólo, no le avisó al equipo de Macri y terminó “quemando” un buen anuncio. De todos modos, si hubiera avisado al régimen, probablemente se lo hubieran frenado ya que hay dudas sobre algunos aspectos técnicos.
Esto es así porque aunque simple vista el programa tiene muchas ventajas, la mayoría de los especialistas consideran que haber lanzado el plan de créditos ajustables por inflación en un contexto de feroz suba de precios, no era conveniente. Fue una de las críticas que le hizo Julio Cobos, quien consideró “imposible” que funcione.
Lo mismo piensan en algunos despachos del régimen, donde creen que nadie se va arriesgar a tomar un crédito con inflación de más de 30% anual ya que no tendría certidumbre sobre el valor de las cuotas o el plazo final del crédito (ya que si la cuota se ajusta por encima del salario, los bancos tienen que ampliar el plazo). En los créditos que se daban en los últimos años, el criterio era fijar las primeras cuotas más altas y después ir bajando.
Otro aspecto técnico que genera dudas en la Rosada es cómo los bancos van a respaldar los créditos, porque no está claro que los bancos dispongan de sus depósitos para ese fin. En el régimen creen que ese puede ser otro punto débil del programa, sobre todo para lograr respaldo de los bancos privados.
Todo esto se da en momentos en que la relación de Sturzenegger con Alfonso Prat el Gay pasa por su peor momento, con diferencias cada vez más difíciles de ocultar. Al entorno del ministro de Hacienda llegaron comentarios sobre algunas críticas muy agresivas que en reuniones privadas habría hecho el vicepresidente del BCRA, Lucas Llach, sobre el rumbo de la economía y cómo la está piloteando el albacea de la fortuna de la familia Fortabat. En su equipo creen que Llach reproduce lo que dice Sturzenegger.
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