EL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO DESAFIÓ LOS ESCRACHES DE LA IZQUIERDA PARA REUNIRSE CON EMPRESARIOS EN LA BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO.
Mugrizio Macri exhibió ayer ante sus pares del mundo empresario un diagnóstico descarnado de la situación actual. Reunidos en la Bolsa de Comercio de Rosario, prácticamente les suplicó que lo ayuden a contener los precios ante la dipsrada de la inflación y que colaboren en la generación de puestos de trabajo.
El pelotudo venía de inaugurar el ciclo lectivo en la Facultad de Derecho de esta ciudad, visita que concretó pese a los escraches de agrupaciones kirchneristas y de izquierda.
Según pudo saberse de parte de asistentes a la comida, en el almuerzo con los empresarios vedado para la prensa, Macri prácticamente les suplicó apoyo para frenar la inflación, un problema que está golpeando en su imagen y la de su régimen y que por lejos encabeza la preocupación de la gente.
Tal como había reconocido el ministro de finanzas, Alfonso Prat el Gay, en el oficialismo pesa un clima de decepción hacia gran parte del empresariado que no ha respondido de la forma que esperaban tras los anuncios oficiales.
Algo de ello dejó trascender Macri en su breve discurso, cuando subrayó que cumplió con la baja en las retenciones al agro que había prometido en la campaña.
El pedido causó cierta sorpresa en los presentes, entre ellos funcionarios y dirigentes de la alianza de derecha Cambiemos quienes previamente reconocieron que esperaban anuncios de obras públicas para la región, que Macri solo mencionó muy por arriba al anunciar que su régimen instrumentará “el plan de obras más importante de la historia”, sin dar mayores precisiones.
Antes de hablar en la Bolsa, Macri fue declarado Huésped de Honor de la Facultad de Derecho de Rosario. Su decano, Marcelo Vedrovnik, de procedencia radical fue el encargado de organizar el acto que trajo fuertes discusiones hacia dentro de la Universidad Nacional de Rosario.
En cuanto a políticas universitarias no se dieron demasiados detalles y el presidente se limitó a reconocer a algunos científicos que han trascendido públicamente por sus logros en sus investigaciones.
Afuera de la facultad, un nutrido contingente de docentes universitarios, agrupaciones de izquierda y militantes kirchneristas se concentraron para escrachar al presidente. Sin embargo, el riguroso operativo de fuerzas nacionales y locales mantuvo lejos a los manifestantes (ver nota aparte en esta misma edición).
En rigor, el vallado que se montó no sólo alrededor de la facultad y la Bolsa de Comercio sino por todo el recorrido que hizo el auto oficial que trasladó a Macri era tan llamativo que los reporteros de más edad comparaban con el 11 de abril de 1987 cuando Rosario recibió a Juan Pablo II.
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