HACE POCO MÁS DE 10 AÑOS, CUANDO GEORGE W. BUSH VINO AL PAÍS, EL CAMINO MARCADO POR NÉSTOR KIRCHNER DEFINIÓ LA POLÍTICA EXTERIOR DEL PAÍS HASTA 2015. EL DISCURSO DEL PRESIDENTE MACRI ES COMPLETAMENTE OPUESTO.
Mugrizio Macri recibirá este miércoles a Barack Obama, visita que el el ex hijastro de Flavia Palmiero consideró "un paso importantísimo" que "abre una nueva época".
"Nosotros dijimos que queríamos relacionarnos con el mundo, dialogar con todos los países, encontrar los puntos en común para favorecer el mutuo desarrollo, trabajar para la paz, la libertad, la prosperidad y el futuro de nuestro planeta", posteó el pelotudo hijo de puta en su muro de Facebook al celebrar la confirmación de la gira oficial que realizará Obama por el país.
"La visita de Barack Obama es un paso importantísimo en esa dirección. Se abre ante nosotros una nueva época", subrayó el infeliz. Y no fue casual el apuro por que avanzara en la Cámara de Diputados el acuerdo con los buitres y la derogación de la Lay Cerrojo y la de Pago Soberano. El gesto antes de la llegada del visitante era fundamental.
"La visita de del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, es una prueba fehaciente de que la Argentina se está insertando en el mundo y se está abriendo con los potenciales socios", resaltó por su parte la canciller argentina, Susana "Malvestiti" Malcorra y esta frase es casi un axioma para todos los legisladores, funcionarios y simpatizantes del actual régimen.
La previa de Obama
Claro que los gestos y las frases complacientes no sólo fueron lanzadas por el actual régimen argentino. Barack Obama, afirmó que Mugrizio Macri, “reconoce que esta es en una nueva era" en la relación bilateral y no se quedó ahi. En el mismo acto no dudó cuestionar a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por ser "siempre antiestadounidense".
En una entrevista con la cadena CNN, Obama dijo que Macri reconoce que se debe "mirar hacia adelante" y sostuvo que el objetivo del líder de la alianza de derecha Cambiemos es brindar “apertura, transparencia, competitividad, progreso” para que los argentinos prosperen “de un modo que no ha ocurrido por mucho tiempo”.
A su vez, el presidente yanki consideró que “la Argentina es un buen ejemplo de un cambio que ha ocurrido en cuanto a las relaciones con los Estados Unidos con otros gobiernos y otros países en general”.
Sin embargo, no mencionó que el puntapié inicial de la crisis financiera global que se vivió en septiembre de 2008, con la caída del banco de inversiones Lehman Brothers, se originó en su país y dio origen a la crisis mundial que aún se siente en gran parte del mundo; situación que en la Argentina no impactó de lleno, ya que sólo se sintieron los coletazos de esa crisis y el país pudo sortearla gracias a la forma en que el anterior gobierno se relacionó con el mundo y, principalmente, con los Estados Unidos.
Obama realizó estas declaraciones y omisiones en una entrevista ofrecida al programa televisivo Directo USA, a menos de una semana de su llegada a la Argentina; visita que, paradójicamente, coincide con un nuevo aniversario del Día de La Memoria y que, a su vez, se da luego de su paso histórico por Cuba, este 20, 21 y 22 de marzo.
La política exterior y el bautismo de fuego de Kirchner
En materia de relaciones internacionales, la llegada del presidente de Estados Unidos al país será la cereza del postre de 100 días del mandato de Macri, ya que tuvo una seguidilla de cuatro cumbres con jefes de Estado que confirman la nueva etapa de la que hablan.
A contramano de esto, durante los gobiernos Néstor Kirchner y Cristina Fernández se privilegió la relación con países de Sudamérica, China y Rusia y se pujó por los intereses del país frente a los fondos buitre, al tiempo que se trató de limitar al máximo las relaciones bilaterales asimétricas.
En ese sentido, vale recordar que George W. Bush fue el último presidente de los Estados Unidos en arribar al país, en 2005, en el marco de la IV Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad de Mar del Plata.
Con poco más de dos años como presidente, aquella recordada cumbre fue un evento crucial para Néstor Kirchner y el desarrollo de las políticas internacionales de la Argentina y la región durante toda la década siguiente.
En la apertura Kirchner llamó a los presidentes y organismos multilaterales a reconocer los problemas económicos de la denominada "década neoliberal" impuesta en los '90 en toda Latinoamérica, admitiendoo las responsabilidades de los dirigentes regionales, pero también la de los organismos internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, y las presiones políticas impuestas por el llamado Consenso de Washington.
Tras la apertura de la cumbre se generó una situación tensa que fortaleció a la región, ya que los gobiernos de Canadá y de los EEUU, con Bush presente en Mar del Plata, ejercieron presión para tratar el tema del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). El rechazo llegó a tal punto que se organizó paralelamente una anti-cumbre anti-imperialista.
Durante esa anti-cumbre, que en realidad era la III Cumbre de los Pueblos, que fuera respaldada por Kirchner y de la cual participaron numerosas personalidades locales y internacionales, Hugo Chávez acuñó la famosa frase: "ALCA, ALCA, ALCArajo!", y la consigna "No a Bush y No al ALCA".
Las diferencia del periodo kirchnerista con el actual en materia internacional es abismal y fue consecuente con los intereses del país hasta el último minuto, tanto en lo económico como en lo político, pero el bautismo de fuego fue durante la visita de George W. Bush en 2005. Ahora, solo resta ver cual será el saldo de la visita de Obama y como se plasmará esto en las relaciones bilaterales.
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