sábado, 19 de marzo de 2016

En medio de las idas y vueltas por su asunción, Lula encabezó una multitudinaria marcha

EL EX PRESIDENTE BRASILEÑO CONVOCÓ A LA PAZ SOCIAL Y CALIFICÓ A LOS MANIFESTANTES OPOSITORES COMO "LOS TÍPICOS QUE VAN A MIAMI A HACER COMPRAS". ADEMÁS, DIJO QUE "NO VAMOS A ACEPTAR QUE HAYA UN GOLPE", EN UN CLARO APOYO A LA PRESIDENTE DILMA ROUSSEFF.


El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participó anoche de una multitudinaria marcha en San Pablo en apoyo a Dilma Rousseff, en medio de amenazas de juicio político por el escándalo de corrupción de la estatal Petrobras.

"No vamos a aceptar que haya un golpe en este país", sostuvo ante la multitud, reunida en plena avenida paulista. La izquierda representada por el Partido de los Trabajadores, dio una muestra de fortaleza ayer a la noche, luego de que el domingo pasado la oposición ganara las calles bajo los lemas "corruptos" y "sí al juicio político".

Asimismo, cargó contra los medios al sostener que "hay gente que nos llama violentos y pasa las 24 horas por día generando violencia contra nosotros".


Fue el primer discurso que ofreció el líder del PT desde que asumió el jueves como jefe de la Casa Civil (ministerio coordinador) de Rousseff, una designación objetada por varias medidas cautelares, una de las cuales entró en vigor ayer y le impide formalmente ejercer el cargo.

Lula dijo que aceptó el cargo para ayudar a Dilma, al responder a las acusaciones de que con la función con fueros escaparía del juez Sérgio Moro, que investiga el caso Petrobras. El magistrado está liberando a la prensa todos los audios de escuchas de conversaciones de Lula con interlocutores, lo que está agravando el clima político en Brasil.

"Tenemos por delante dos años y seis meses del gobierno de Dilma para cambiar al país", dijo Lula, quien comentó que el martes, si no existe medida cautelar, se pondrá a trabajar en el Palacio del Planalto, sede del gobierno.


El ex mandatario, destacó la movilización y gritó "no habrá golpe" ante la multitud. "Espero que esto sirva de lección para aquellos que desconfían de nosotros, que nos tratan como ciudadanos de segunda clase; la democracia no es un derecho muerto, no quiero que quien vote por (el socialdemócrata) Aécio Neves guste de mí, quiero que se conviva en forma civilizada", sostuvo y agregó que desde que aceptó el nuevo cargo de ministro volvió a ser el "Lulinha paz y amor" que ejerció la presidencia desde 2003 hasta 2010.

Sin embargo, afirmó que la oposición no tolera haber perdido las elecciones y un año y tres meses después del comienzo del actual período presidencial "intenta detener al gobierno de Dilma".

Sobre los manifestantes opositores que vestían los colores de Brasil, Lula afirmó que ellos "no son más brasileños" que los de la izquierda. "Ellos son el típico brasileño que va a comprar a Miami, a nosotros nos gusta ir a la 25 de Marzo (calle de comercio popular en Sao Paulo)", señaló.

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