LO EXTRAÑO ES QUE EL ORGANISMO DE CONTROL DE LA INFLACIÓN ESTA A CARGO DE SUPERMERCADISTAS.
Ante la imparable disparada de los precios, el oficialismo empezó a sumergirse en una confusa “morenización” de su discurso, que incluye la reivindicación de métodos como el boicot y el apriete a empresarios, característicos del ex secretario de Comercio del kirchnerismo.
Mientras el régimen mantiene su programa económico atado a la negociación con los fondos buitre, la inflación sigue descontrolada y rumbo al cuarto mes consecutivo con el índice de precios por encima del 3% (de acuerdo a las mediciones más moderadas). El domingo, Mugrizio Macri prometió que "va a bajar en el segundo semestre", aunque también advirtió que si no hay acuerdo con los fondos buitre, podría haber “hiperinflación”.
En ese contexto, el director nacional de Defensa al Consumidor, Fernando Blanco Muiño, salió a reivindicar el “boicot” a los que aumentan los precios, un método que pocos resultados positivos arrojó cuando lo impulsaba Guillermo Moreno. "En un contexto como el actual, donde algunos sectores subieron precios injustificadamente, el boicot es una herramienta válida", afirmó al diario oficialista Clarín el funcionario encargado de defender a los consumidores.
La declaración es curiosa no sólo por la reivindicación de los métodos de Moreno sino también porque el jefe de Blanco Muiño es el secretario de Comercio, Miguel Braun, que es familiar directo de Federico Braun, dueño de la cadena de supermercados "La Anonima", donde las amenazas de los funcionarios contra los remarcadores de precios no tienen ningún efecto.
Braun no es el único supermercadista en Comercio, donde a inicios de marzo desembarcó como responsable de Legales y Relaciones Institucionales el ex Carrefour José Ignacio García Hamilton (h).
El vínculo entre Comercio y las cadenas ya fue denunciado por el dueño de "Maxiconsumo", Víctor Fera. “Los supermercados son socios de funcionarios de este gobierno, como fueron amigos de funcionarios del gobierno anterior”, lanzó el empresario, que le apuntó directo a Braun: “en la Secretaría de Comercio no sé si no saben, no quieren o tienen compromisos, pero no actúan como corresponden”.
Blanco Muiño, además, viene de cerrar el programa “Consumo Protegido”, al que miles de consumidores recurrían para defenderse de los abusos empresariales. En un video difundido días atrás, algunos de los 200 despedidos le reprochan al funcionario cómo fueron vaciando el programa y congelando los reclamos.
Braun y Blanco Muiño son los encargados de armar el programa de publicación de precios de las grandes cadenas de supermercados, que se supone servirá para controlar los aumentos. Antes de ayer, Macri dijo que ya se puso en marcha, pero la realidad es que eso no es así. El programa todavía no existe y mucho menos la aplicación para celulares. Ante la declaración del ex hijastro de Flavia Palmiero, la secretaría que conduce Braun se apresuró a anunciar que finalmente en abril estará disponible.
"Morenismo" explícito
El llamado al boicot de Blanco Muiño se completó con una reivindicación de Ernesto Sanz a los aprietes de Guillermo Moreno a los empresarios, el método preferido del ex secretario de Comercio para tratar de bajar los precios.
“Para mí hay que ser más duros con los empresarios que no han entendido el rol que tienen en la hora”, afirmó Sanz en una nota que brindó al pasquín envuelve huevos de la dupla Noble-Magnetto. “En lugar de ayudar a combatir la inflación, aprovechan el río revuelto con remarcaciones. En el rubro alimentos hay quienes no están a la altura de las circunstancias”, continuó el dirigente radical.
Luego Sanz fue más explícito y declaró que “algunos empresarios argentinos se merecen un Moreno. No les basta con pedirles, hay que hacerles caer todo el peso de la ley”, advirtió el mendocino, que luego aclaró que “este es un Gobierno que no puede hacer la de Moreno, que era de prepo, tiene que actuar con la ley”.
El tema de fondo es que acaso el problema no sea la falta de un Moreno en el régimen sino la ausencia de un programa antiinflacionario que no esté atado -como todo el programa económico- a las idas y vueltas de la negociación con los fondos buitre.
El enredo en el que está metido el régimen macrifascista fue bien diagnosticado por Juan Carlos Fábrega, actual asesor estrella del director del Banco Nación que lidera Carlos Melconian. “No se puede convivir con esta inflación. No se puede sostener este nivel de déficit de 2015 sobre el 7% del PBI. Pero no se puede llevar a cabo un ajuste muy fuerte porque tendría consecuencias muy negativas”, indicó el ex titular del BCRA en una nota con Perfil, donde también puso reparos a los dólares que podrían llegar después del acuerdo con los buitres. “Va a ser muy importante que llegue inversión productiva. Que lleguen dólares, pero no dólares de especulación, como ya ha pasado”, opinó.
Al respecto, también es significativa la admisión que un funcionario cercano a Macri hizo -también a Perfil- respecto a la “lluvia de dólares” que prometieron en campaña para disparar un boom de inversiones que aumente la oferta y así bajar los precios. “Nos reuníamos con empresarios, inversores, locales y del exterior. Todos nos prometían inversiones por doquier y millones de dólares. Nosotros los veíamos convencidos y nos convencían. Fuimos demasiado ingenuos”, reconoció.
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