DIPUTADOS YA DESIGNÓ A LOS 65 LEGISLADORES DE LA COMISIÓN ESPECIAL QUE TRATARÁ LA CUESTIÓN. EL AVANCE DEL IMPEACHMENT, FOGONEADO POR LA OPOSICIÓN, DEPENDERÁ DEL ROL DEL PMDB, PARTIDO DEL VICEPRESIDENTE, QUE AMENAZA CON ROMPER CON EL OFICIALISMO.
La Cámara de Diputados de Brasil dio un primer paso hacia el análisis de si existen causas para avanzar en un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff en el Congreso, luego de la fallida toma de posesión de Lula como ministro, al designar a los 65 legisladores de la comisión especial que tratará la cuestión.
El Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), el principal de la oposición, y otras fuerzas aliadas respaldaron la decisión del jefe de Diputados, Eduardo Cunha, de reiniciar ayer el proceso para abrir un enjuiciamiento político contra la presidenta Rousseff.
Aecio Neves, ex candidato presidencial por el PSDB y actual titular del partido, dijo que respalda el impeachment contra Rousseff y que también dará apoyo a un eventual gobierno del vicepresidente Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que podría asumir la primera magistratura.
Neves agregó que en caso de que surja un nuevo gobierno con Temer a la cabeza, el PSDB no será parte de un eventual nuevo gabinete, citó la agencia ANSA.
La divulgación en los medios de una conversación entre Rousseff y Lula, en la que aparentemente acordaban el nombramiento de éste para eludir a la justicia, aportó más argumentos a quienes respaldan el impeachment.
Mientras los opositores PSDB y Demócratas cierran filas para acelerar el impeachment, el formalmente oficialista PMDB emite señales de distanciamiento definitivo con el gobierno.
Parte de eso se vio cuando el titular del PMDB y vicepresidente Temer no asistió al acto de asunción del nuevo ministro Lula da Silva en el Planalto.
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