EN UN ENCUENTRO DIRIGIDO A DEMOSTRAR UN FUERTE MENSAJE AL RÉGIMEN, LOS DIRIGENTES DE LAS TRES CGT SE REUNIERON AYER EN EL HISTÓRICO EDIFICIO DE AZOPARDO JUNTO CON DIPUTADOS Y SENADORES NACIONALES DE EXTRACCIÓN SINDICAL Y DECIDIERON PRESENTAR UN PROYECTO DE LEY DE "EMERGENCIA OCUPACIONAL" Y "LA MEJOR INICIATIVA SOBRE EL TRIBUTO A GANANCIAS".
Los sindicalistas Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo -de las CGT Azopardo, Alsina y Azul y Blanca, respectivamente- almorzaron ayer en el edificio de Azopardo 802 junto con una decena de legisladores de extracción gremial, en lo que constituyó una foto y un mensaje directo al gobierno respecto de los avances que se producen para convenir la definitiva reunificación obrera.
En ese sentido, el secretario adjunto de la central de Azopardo y del gremio petrolero de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, aseguró que "el perfil del próximo titular de la CGT unificada debe ser el del propio Moyano" y señaló que el líder de esa central obrera tiene "una coherencia que no demostró nadie".
"Moyano debe ser el futuro titular de la CGT unificada, porque demostró a lo largo de los años una coherencia que no tuvo ningún dirigente. No debe haber ni conducción colegiada ni transitoria, sino una única central obrera liderada por Moyano", dijo Pereyra, quien además es senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino (MPN).
El objetivo del encuentro fue avanzar en la necesidad de aunar criterios para exigir modificaciones de las escalas de ganancias, analizar el proceso inflacionario y la convocatoria a paritarias.
Juan Carlos Schmid, uno de los dirigentes más íntimos de Moyano, aseguró luego de ese encuentro gastronómico que existe "una firme voluntad de producir la unificación de la CGT" y explicó que "no se habló en ningún momento de un esquema directriz, pero más adelante se sabrá de qué forma hay que conducir el sindicalismo".
El titular del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (DRAGyBAL), de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y jefe del área de Relaciones Internacionales de la CGT Azopardo aseguró que "el proceso de unificación es largo".
"En 2015 hubo una reunión en el Hotel Castelar. Después otros encuentros más o menos formales y, luego de la charla con el gobierno, ahora dialogaron las cabezas directas de las expresiones sindicales y una decena de diputados de diversas bancadas", dijo.
Schmid puntualizó que en el almuerzo de ayer hubo "una preocupación común que es la necesidad de mantener el nivel de empleo, aunque los títulos de los medios de prensa se refieran a ganancias".
El dirigente, al igual que Moyano, señaló que "sería aventurado que a 60 días el sindicalismo realice un pronóstico a mediano plazo respecto del gobierno, pero a juzgar por las primeras medidas, se mantuvo un claro sentido de aliento hacia los sectores más concentrados y, ese sesgo, también lo tiene el gabinete".
"Hay un problema común y es la necesidad de encauzar la inflación más o menos normalmente, porque de lo contrario la situación desembocará en una crisis política. Hay bastante velocidad para analizar temas de determinados sectores económicos y velocidad más gradual para hacerlo con las cosas sociales. Eso genera irritación. Estoy molesto por lo del sistema tributario", dijo.
Por su parte, Caló también se pronunció por la necesidad de unificar a la CGT y señaló que su mandato concluirá el 3 de octubre próximo al frente de la central obrera de Alsina. "Se iniciaron las conversaciones. La unidad se producirá, a la larga o a la corta. Es cuestión de paciencia", afirmó.
Moyano, a su turno, subrayó que fue "un error histórico el del gobierno respecto de ganancias y hay que enmendarlo", aunque aclaró que "no es tiempo de hablar de medidas de fuerza".
Los legisladores de extracción sindical respaldarán en el Congreso los proyectos que elabore y avale el movimiento obrero, en tanto Moyano aseguró que también se analizó el tema paritario.
"Es preciso discutir sobre la base de la incidencia de la inflación durante el último año", señaló el dirigente camionero, para quien "no se puede aceptar perder poder adquisitivo".
Para Moyano, la actual inflación fue consecuencia del "sinceramiento de la economía"; señaló la necesidad de evitar los despidos públicos y privados -aunque dijo que "no es fácil defender a ñoquis o empleados políticos"- y subrayó que las paritarias pueden recibir otros aditamentos, como el salario familiar, que está muy atrasado, y sumas fijas sin descuentos.
Según el traidor hijo de puta, el mínimo no imponible de ganancias debe aplicarse a partir del salario neto y no bruto y sobre al menos 40.000 pesos.
Finalmente, condenó "el comportamiento inadecuado de los empresarios que remarcan los precios" y reclamó al régimen fascista "la adopción de medidas en ese sentido, sin mirar para otro lado".
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