jueves, 11 de febrero de 2016

La batería de proyectos que enviará Macri al Congreso

TRAS UN VERANO EN EL QUE SE LE CUESTIONÓ AL RÉGIMEN FASCISTA NO CONVOCAR A EXTRAORDINARIAS, LA ADMINISTRACIÓN PREPARA UN MENÚ DE INICIATIVAS QUE ENVIARÁ A PARTIR DEL 1º DE MARZO, AHORA CON LA CONVICCIÓN DE QUE NO SE LO FRENARÁ LA OPOSICIÓN.

No necesitaba el macrismo llegar a las elecciones de octubre para saber que si ganaban encontraría en el Congreso un bastión complicado para ejercer el poder. El trámite electoral de ese domingo les confirmó que más allá de la alegría de haber alcanzado el objetivo de estar en el balotaje, la composición de ambas cámaras sería muy adversa en caso de ganar la presidencia. Sobre todo el Senado, donde nunca Macri tendrá -al menos durante un primer mandato- una composición medianamente favorable, conforme la modificación paulatina de su estructura, por tercios cada dos años.

Confirmada la victoria, se dejó trascender entonces que el ex hijastro de Flavia Palmiero utilizaría una herramienta constitucional para compensar esa adversidad legislativa: los DNU. Se trata de una vía que le permite al presidente legislar sin depender del Congreso, que de todas maneras luego revisa esas medidas. Con un detalle favorable a esta administración: para que no se convalide un decreto es necesario que ambas cámaras lo rechacen.

Así las cosas, las nuevas autoridades sabían que la Cámara de Diputados sería la instancia donde la oposición en general y el kirchnerismo en particular no alcanzarían a frenar esos decretos. Fin de la historia: se aprovecharía la vía de los DNU y el tiempo de receso del Congreso sería usado en ese sentido. No se convocaría entonces a extraordinarias.

Contribuyó también para esa decisión la recomendación de los socios radicales que, en base a su experiencia, advirtieron que la nueva administración debía asegurarse bien el resultado de las votaciones, antes de poner a funcionar el Parlamento. Se tomó nota de ello y se trabajó en consecuencia.

Esa decisión que se sabía antes de asumir no tomó entonces desprevenido a nadie. Hizo ruido, sí, de entrada, la designación "en comisión" de dos jueces para completar la Corte Suprema. Pero precisamente no fue ese un DNU. Como tampoco lo fue el otro decreto más polémico en estos dos meses de Macri: el que aumentó la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires. Sí lo fue el que derogó la devolución del 15% de coparticipación a las provincias, que dispuso Cristina Kirchner en sus últimos días de gobierno.

Pero ese "período de gracia" concluirá inexorablemente en pocos días, con la apertura del período ordinario y el momento para el cual el gobierno prepara un paquete de proyectos que ya han ido trascendiendo y que llegarán para compensar el efecto dado por el uso de decretos que llevó al kirchnerismo duro a organizar incluso marchas reclamando la "reapertura" del Parlamento y denunciando "métodos antidemocráticos" del macrismo.

A decir verdad, la reapertura del Parlamento será hoy, cuando el Senado abra las puertas del recinto para tratar en extraordinarias pliegos de jueces, embajadores y ascensos militares. Siempre se barajó este llamado a extraordinarias para que la Cámara alta cumpliera con estos trámites, pero el tema se complejizó cuando el Ejecutivo fascista optó por la controvertida designación en comisión de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, para la Corte, de la que ya hablamos. Este jueves los senadores deberán votar el retiro de los pliegos que había enviado Cristina Kirchner con las candidaturas de Domingo Sesín y Eugenio Sarrabayrouse, y darles ingreso a los pliegos de Macri; con lo que se iniciará un trámite que incluye audiencias públicas con ambos postulantes y finalmente su tratamiento en el recinto, donde se necesitan los dos tercios de ambas cámaras.

Similar procedimiento corresponderá a los ascensos militares y embajadores, algunos de los cuales ya están en funciones, pero que no requieren una mayoría especial del Senado. También deberá aprobar el Senado las designaciones al frente de la Unidad de Investigación Financiera (UIF).

Más allá de esos temas, la batería de proyectos que prepara el Ejecutivo para remitir al Congreso incluye algunos de los temas que Macri barajó enviar en diciembre, pero que frenó para sopesar primero el estado real de la Cámara de Diputados, sobre todo. Esos temas correspondían a la modificación del piso de Ganancias, una promesa de campaña que terminó implementándose por decreto para el aguinaldo, a la espera de una ley que según deslizaron funcionarios podría ser retroactiva a enero.

En el mismo combo se incluye una modificación en las asignaciones familiares, como así también la rebaja del IVA sobre productos de primera necesidad. Medidas que, según precisaron funcionarios, buscan "recomponer el poder adquisitivo de la gente" que, reconocen, viene perdiéndose aceleradamente sobre todo desde noviembre pasado.

Pero hay un tema clave que es el que demanda la principal atención del régimen, como es el arreglo con los fondos buitre, que quedará ad referéndum de determinadas aprobaciones legislativas. Se habla solo de la Ley Cerrojo, pero según señaló en sus tiempos de diputado Federico Sturzenegger, actual titular del Banco Central, habrá que derogar dos normas: además de la Ley Cerrojo, la de Pago Soberano, y al menos un artículo de la ley que autorizó a concluir el canje de deuda en 2010.

Los mencionados son los primeros proyectos que deberá convertir en ley este Congreso reacondicionado luego de acuerdos y desgajamientos. Otros temas merecerán un tratamiento que se extenderá a lo largo del año, como la reforma electoral, para la cual funcionarios de la cartera de Interior vienen hablando con diversos actores: las provincias y los partidos políticos ya pasaron por la Casa Rosada. Ahora les tocará a legisladores y representantes de organizaciones que harán también sus aportes en la materia. El eje de los cambios que impulsa el régimen son la boleta única, la unificación de los calendarios electorales y la creación de un organismo autónomo para manejar el proceso electoral.

"Se terminó la época de las leyes 'exprés', ahora habrá debate", celebró un diputado oficialista, a modo de garantía. Se verá. En ese marco prometen que no se aprobará solo lo que mande el Ejecutivo, sino que se dará curso a iniciativas de los propios legisladores. Sería el caso de la Ley de Humedales, anunciada por el hijo bobo de Franco Macri la semana pasada, que llegaría al Congreso a través del diputado del PRO Juan Carlos Villalonga, ex titular de Greenpeace Argentina y ex presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad.

Un tema donde hay muchos antecedentes legislativos presentados como proyectos son los que promueve la Secretaria de Etica Pública, Transparencia y Lucha contra la Corrupción. Según adelantó su titular, la incogible Laura Alonso, el régimen fascista enviará en marzo al Parlamento una serie de iniciativas para luchar contra la corrupción, entre las cuales figuran la ley de Acceso a la Información Pública y la ley del Arrepentido. Será una señal positiva que esas iniciativas oficiales se nutran de los proyectos ya existentes en la materia.

También la ley de extinción de dominio, para recuperar el dinero y los bienes que ex funcionarios y su entorno no puedan justificar, y cuyo origen esté vinculado a la comisión de delitos contra la administración. Se impulsará además una modificación de la Ley de Etica Pública, por cuanto la reforma que promovió el kirchnerismo en 2013, en el marco de la reforma judicial, "distorsionó y quebró el sistema de declaraciones juradas que servía para controlar el patrimonio de los funcionarios públicos y detectar potenciales casos de enriquecimiento ilícito", según sostiene la ex diputada Laura Alonso.

La emergencia en Seguridad fue implementada por decreto, pero se prometió que sería complementada por leyes que mandará el PEN al Parlamento. Entre las mismas, se espera la controvertida ley de defensa del espacio aéreo (ley de derribo), que se espera el kirchnerismo duro y sectores de izquierda rechacen. En ese marco, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, prometió una ley que contemple qué hacer con las pistas de aterrizaje clandestino, que se estiman en el orden de 1.800 en nuestro país. Se planteará una metodología para destruir las pistas y generar una corresponsabilidad de los propietarios si hay connivencia.

A lo largo del año, se enviará al también al Congreso un proyecto que buscará armar un sistema de trazabilidad para los equipajes de transporte terrestre, de modo tal que en los micros se sepa fehacientemente a qué pasajero corresponde cada valija.

El régimen de derecha avanzará además en un proyecto de ley sobre juicio en ausencia, para aplicar en la causa del atentado a la AMIA.

Otras medidas que deberá esperar el Congreso tienen que ver con la reforma a las leyes orgánicas del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa Pública y una nueva ley de implementación de la reforma procesal penal; y modificaciones de las leyes de subrogancias y del Consejo de la Magistratura.

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