LA POLÉMICA POR LA ROTURA DEL RESONADOR DEL HOSPITAL POSADAS COBRA RELIEVE POLÍTICO. MACRI QUIERE HACER UNA DENUNCIA PENAL POR EL ASUNTO. MIENTRAS TANTO, SIGUEN LAS DECLARACIONES CRUZADAS.
Mientras el director del Hospital, Jorge Díaz Legaspe, denuncia un sabotaje -y llama la atención que en paralelo cuestione 1500 contrataciones realizadas el año pasado por una gestión asociada al partido Nuevo Encuentro-, desde el sindicato explicaron que el daño del aparato se debió al error humano de un residente inexperto que metió a un paciente con una silla de ruedas común en vez de usar las especiales de aluminio.
El oficialista diario Clarín sostiene que Macri, en la reunión de gabinete de ayer, "dio instrucciones para que se presentará una denuncia penal contra los responsables de los daños que sufrió en las últimas horas el hospital Posadas".
"En la tarde de hoy (por ayer), en conferencia de prensa, el Poder Ejecutivo anunciará los pasos que seguirá respecto de este tema", consignaba el pasquín envuelve huevos.
Los trabajadores, por su parte, agrupados en la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos aires (CICOP), anunciaron que el resonador está funcionando normalmente y que el incidente se produjo el viernes 12 por un "accidente con factores de riesgo múltiples distantes de un accionar voluntario y premeditado".
Según relatan, "un residente de clínicas de primer año, inexperto, ingreso a un paciente con silla de ruedas común (ferromagnética), y desatendió las advertencias del técnico de guardia que le pidió que lo pase a una silla de ruedas de aluminio (estas son especiales para el resonador, a las otras por fuerza magnética las atrae el aparato). En todo caso aquí no sobraba un trabajador, sino que faltaba un camillero entrenado. El residente dejó al paciente en la silla equivocada y el resonador hizo lo suyo tragando la silla, por suerte el paciente quedó en el suelo sin lesiones".
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