EL GOBIERNO DE BRASIL Y EL RÉGIMEN FASCISTA ARGENTINO POSTERGARON LA IMPLEMENTACIÓN DE UN ACUERDO DE LIBRE COMERCIO AUTOMOTOR Y LO SUPEDITARON A LA PREVIA INTEGRACIÓN PRODUCTIVA DEL SECTOR. ADEMÁS ACORDARON CREAR UNA COMISIÓN BILATERAL DE COMERCIO Y CONSENSUAR LA PROPUESTA DE ASOCIACIÓN ENTRE EL MERCOSUR Y LA UNIÓN EUROPEA.
Tras la reunión del ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Armando Monteiro, y el de Producción argentino, Francisco Cabrera, este último afirmó que el régimen de promoción de inversiones brasileño desalienta la instalación de capitales en Argentina y que es necesario que "haya equilibrios y se genere empleo en los dos países".
El funcionario brasileño, por su parte, insistió en la necesidad de implementar el libre comercio automotor entre ambos países, y advirtió que "si hablamos de largo plazo, estaremos muertos", aunque reconoció que existía acuerdo acerca de la necesidad de crear las condiciones que "propicien inversiones equilibradas", siempre con el objetivo "más ambicioso" del libre comercio.
El acuerdo vigente con Brasil, renovado en diciembre hasta fines de junio, establece un flex que prevé un esquema en el que por cada 1,5 dólar que se importa desde Brasil, Argentina exporta por 1 dólar.
El sector automotor es uno de los más sensibles en la relación comercial bilateral con Brasil y el que más gravitó en 2015 en el retroceso de la balanza de 18,8 por ciento, con un intercambio de poco más de 23 mil millones de dólares, la mitad de lo comerciado en 2011, caída generada sobre todo por la crisis económica brasileña.
Cabrera aclaró que el gobierno argentino "no quiere tomar decisiones por razones coyunturales" para equilibrar la balanza sectorial sino apostar a "una sociedad de larguísimo plazo" y destacó que se convino salir a la búsqueda conjunta de nuevos mercados, ya que Brasil tiene hoy una capacidad ociosa en el sector del 50 por ciento pero en Argentina, que es su gran comprador, cayeron las exportaciones automotrices 27 por ciento.
El ministro brasileño puntualizó que los países de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú) "son una oportunidad que puede ser explorada a corto plazo en beneficio de la industria automotriz argentina y brasileña" y añadió que "uno de los objetivos de renovación del acuerdo es exactamente una estrategia de inserción conjunta en terceros mercados".
Por último, el ministro brasileño evaluó como "muy positivo" el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) implementado por Argentina en reemplazo de la Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), y que Cabrera calificó como un mecanismo de "prohibiciones arbitrario".
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