LAS AUTORIDADES DEL ESTADO DE NUEVA LEÓN ESTIMAN QUE LA CANTIDAD DE PRESOS, POLICÍAS Y FUNCIONARIOS DEL PENAL DE TOPO CHICO FALLECIDOS PODRÍA ASCENDER A 70, PRODUCTO DE LA REVUELTA DESATADA CUANDO UN GRUPO DE DETENIDOS PROVOCÓ UN INCENDIO PARA DISTRAER A LOS GUARDIAS MIENTRAS OTROS SE FUGABAN. SE REGISTRARON INCIDENTES CON LOS FAMILIARES DE LOS INTERNOS QUE RECLAMAN INFORMACIÓN EN LAS AFUERAS.
Al parecer, el fuego se originó en el área de encuentros conyugales y había incluso mujeres con bebés dentro.
La televisión mostró imágenes de presos sobre el techo de la prisión que quemaron colchones. En tanto, un grupo de familiares se apostó afuera del penal en espera de información y algunos arrojaron piedras y palos hacia el interior gritando y sacudiendo los barrotes para intentar entrar en medio de la desesperación.
El suceso ocurre a pocas horas de la visita que el papa Francisco realizará al país, en la que tiene previsto recorrer varias ciudades mexicanas que suelen sufrir hechos de violencia cotidianos.
El motín se inició de madrugada de ayer en el penal, el más antiguo del estado de Nuevo León, y tres horas después las autoridades trataban de controlarlo con un fuerte despliegue policial, que incluyó miembros del Ejército, de la Fuerza Civil y de la Policía de Monterrey, localidad donde se ubica el centro.
Según testigos citados por la prensa, en el exterior del recinto se escuchaban explosiones, así como gritos de los internos, mientras las fuerzas de seguridad rodearon el lugar y cortaron los accesos para evitar una fuga masiva de reclusos.
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