EL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL (BCRA) RECHAZÓ LA DEVALUACIÓN IMPLÍCITA PROPUESTA POR EL ECONOMISTA DE LA ALIANZA DE DERECHA CAMBIEMOS ALFONSO PRAT EL GAY Y AFIRMÓ QUE UN SHOCK CAMBIARIO CONDUCIRÍA A UNA FUGA DE CAPITALES Y UNA DINÁMICA INFLACIONARIA QUE NO RESOLVERÍA NINGÚN PROBLEMA Y REDUNDARÍA EN UNA FUERTE CAÍDA DE LOS SALARIOS.
“Cualquiera que haya vivido en Argentina en los últimos 40 años sabe que una devaluación del peso va directamente a los precios”, dijo ayer Vanoli en una entrevista radial en la que le consultaron sobre las declaraciones formuladas por Prat el Gay esta semana, en las que aseguró que una modificación cambiaria no impactaría sobre el valor de bienes y servicios.
El titular del BCRA aseguró que se trata de “un argumento de una falsedad manifiesta” y explicó que “en los últimos 12 meses hubo 40.000 millones de dólares en importaciones que se hacen al tipo de cambio oficial de alrededor de 9,50 pesos, así que imaginen ustedes lo que ocurriría con los precios de los bienes importados (electrónicos, autos, etc.) en caso de una gran devaluación”.
“Para evaluar la falsedad de estos argumentos no hace falta ser economista ni tener un doctorado, ya que no resiste el menor análisis”, enfatizó Vanoli, quien, además, explicó que “generar una liberalización financiera total como algunos proponen es una regresión al liberalismo que sólo se puede sostener en base a un gran endeudamiento y, en resumidas cuentas, una devaluación genera inflación en un país dolarizado como Argentina”.
“Y en el caso de que digan que no la generaría, entonces es porque están pensando en congelar los salarios y, en ese caso, la alternativa es una recesión y una pérdida del salario real”, aseguró el titular del ente monetario, quien instó a la oposición a qué digan cómo van a hacer esto ya que “las consecuencias para la persona común serían durísimas”.
En este sentido, dijo que, en cualquier caso, “bienvenido sea que hayan dicho que quieren una devaluación pues entonces la sociedad juzgará si quiere ir a un modelo de devaluación, ajuste y endeudamiento o si no quiere regresar a eso”.
Asimismo, indicó que “históricamente, en Argentina, cuando se mueve el tipo de cambio el impacto en precios es por lo menos de la mitad (de ese ajuste) o puede llegar a tener una relación de uno a uno”.
“En Argentina, una devaluación del 20% ha generado históricamente un aumento de precios de entre el 10% y el 20%. En realidad, hay que trabajar sobre la competitividad y para esto no hay atajo, hay que trabajar aumentando la productividad, la logística, bajando costos de transporte, revisando algunas retenciones y ayudando a las economías regionales”, añadió, al tiempo que sentenció, “una gran devaluación no resuelve los problemas, porque traería inflación y no ganaríamos competitividad, sólo se crearía una brutal transferencia de ingresos a los sectores concentrados de la economía”.
Por otra parte, Vanoli criticó que los mismos que proponen hoy una gran devaluación hasta hace poco tiempo sostenían que la desaceleración de la inflación “medida por el IPC o por fuentes privadas, decían que esto se estaba produciendo por el dólar controlado o por el ancla cambiaria”.
Antes esto, se preguntó, “¿qué pasaría con la inflación en caso de una devaluación y siguiendo el mismo argumento anterior que, siendo incompleto y falso, sostenían hasta ahora los que quieren hacer una devaluación?”
“Ahora cambian el discurso y dicen que el tipo de cambio no tiene que ver con los precios”, cuando, en realidad, “aquí hay muchos intereses de quienes serían muy favorecidos por una devaluación que traería una gran transferencia de ingresos”, sostuvo, poniendo como ejemplo a los sectores importadores.
El presidente del BCRA propició un curso de modificación del tipo de cambio gradual, teniendo en cuenta que “en un momento en que toda América Latina sufre la caída de su comercio exterior, del precio de sus materias primas, creando una situación compleja para todos los países, hay que ser muy cuidadoso”.
“Es importante fortalecer las reservas, que están en un nivel razonable e igual al del año pasado después del gran pago del Boden a principios del mes de octubre”, explicó y finalizó asegurando que si se levantaran todas las regulaciones cambiarias “todos querrían salir y eso tendría un gran impacto en las reservas del Banco Central, por eso la manera de hacer las cosas no es algo ideológico sino de sentido común: primero, fortalecer las reservas y, gradualmente, ir acomodando las cosas mientras evolución el contexto internacional y se puedan ir eliminando algunas restricciones cuando la situación lo permita”.
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