EL CANDIDATO A PRESIDENTE POR LA ALIANZA DE DERECHA CAMBIEMOS CONVOCÓ A TODOS LOS QUE “VOTARON PENSANDO EN UN CAMBIO” Y EXPRESÓ SU “TOTAL PREDISPOSICIÓN” PARA “DIALOGAR CON LOS DIRIGENTES QUE PARTICIPARON DE LA ELECCIÓN” A JEFE DE ESTADO.
Mugrizio Macri, inició ayer la carrera hacia el balotaje con una convocatoria a “quienes votaron pensando en un cambio” a que confíen en él y dio un primer paso hacia la construcción de acuerdos con otros espacios al expresar su “total predisposición” para “dialogar” con quienes el domingo formaron parte de la competencia electoral.
“La Argentina necesita un cambio y estamos dispuestos a llevarlo a cabo”, aseveró el líder del PRO y jefe de Gobierno porteño, quien, además, reafirmó su interés por participar de un debate con su contrincante de cara al balotaje, el oficialista Daniel Scioli, quien, más tarde, también accedió a esa propuesta.
“Quiero agradecer que hayan ido a votar y, a los que votaron a los demás candidatos, incluso también a Daniel Scioli, decirles que estamos acá para representarlos con humildad, responsabilidad, y profunda vocación de hacer”, aseveró el candidato presidencial de la alianza de derecha Cambiemos, quien medirá fuerzas en las urnas con el postulante del Frente para la Victoria el 22 de noviembre.
Así lo aseguró en el marco de una conferencia de prensa que ofreció en el Sheraton Libertador Hotel, junto a su compañera de fórmula, Gabriela Michetti; la gobernadora electa por la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el radical Daniel Salvador, vicegobernador electo; y el secretario de Gobierno y jefe de campaña de Cambiemos, Marcos Peña.
Allí, todos se manifestaron “emocionados” por el respaldo cosechado en las urnas, que le permitió a Macri acceder al balotaje con el 34,33 por ciento de los votos -dos puntos y medio por debajo de Scioli, quien reunió el 36,86 por ciento de los sufragios- y a María Eugenia Vidal resultar gobernadora electa por la provincia de Buenos Aires.
“Todos estamos tratando de no moquear por la emoción de lo que ha pasado. Esto nos obliga a ser generosos, a tener apertura y a focalizarnos en maximizar las coincidencias”, afirmó el ex hijastro de ]Flavia Palmiero, al dar sus primeras señales para encauzar un diálogo con otros sectores de cara a la segunda vuelta electoral.
De hecho, remarcó que, “en la etapa que viene, hay que ser muy abiertos al diálogo y saber que llegó la hora de las políticas de Estado”, y dijo tener “mucha esperanza puesta en el diálogo, incluso también con el oficialismo y toda la predisposición para dialogar con los dirigentes que han participado de esta elección”.
“Quiero decirles a todos los que votaron pensando en un cambio, que se sientan cómodos, que este conjunto de dirigentes va a representarlos”, enfatizó el candidato de Cambiemos, el frente electoral de derecha que el PRO construyó junto al radicalismo y la Coalición Cínica para enfrentar esta elección.
Por otro lado, volvió a interpretar los resultados como la señal de “un cambio trascendente, absoluto, de la política argentina” y “el comienzo de una nueva etapa”, con lo cual remarcó que, para ellos, eso representa “una gran responsabilidad”.
El hijo bobo de Franco Macri buscó poner sobre la mesa algunas de las medidas que tomaría en caso de resultar electo en el balotaje del 22 de noviembre, entre ellas “ajustar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias” porque -argumentó- se trata de “un hecho de estricta justicia”.
Además, expresó su “compromiso en bajar la inflación”, a la que volvió a definir como “un cáncer”; y prometió “generar trabajo a lo largo y a lo ancho del país”.
“Tenemos que incluir a más de 13 millones de pobres, dar tranquilidad a la clase media, y enfrentar y derrotar al narcotráfico”, enumeró el jefe de Gobierno porteño y candidato a la Presidencia.
Por su parte, la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, prometió conformar “un equipo imparable, sumando otras fuerzas políticas”, para conducir el mayor distrito del país a partir del 10 de diciembre próximo.
Antes, Mauricio Macri la había definido como “una dirigente maravillosa” y aseguró que su gestión constituirá “un hito en la provincia después de tantos años de abandono”.
En lo que constituyó el primer contacto con la prensa tras el escrutinio provisorio de las elecciones celebradas el domingo, Mugrizio Macri envió una fuerte señal al gobernador electo de Córdoba, Juan Schiaretti, quien el 5 de julio pasado se impuso en la provincia como candidato por la delachotista Unión por Córdoba (identificada con el massismo) al vencer a la fórmula integrada por el radical Oscar Aguad y el macrista Héctor Baldassi.
“Los cordobeses son una masa”, definió Macri y se comprometió, en caso de acceder a la Presidencia, a “establecer una perfecta relación” entre la Nación y esa provincia, y conformar “un buen equipo” con Schiaretti.
Es que, en las elecciones nacionales celebradas el domingo, la alianza de derecha Cambiemos -conformada por el PRO, la UCR y la Coalición Cínica- cosechó en la provincia de Córdoba el 53,24 por ciento de los votos, seguido por el massismo -que integra también el gobernador José Manuel de la Chota-, que reunió el 20,40 por ciento de los votos, y, luego, por el Frente para la Victoria, con el 19,21.
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