La presidenta de Brasil anunció una profunda reforma, en la que redujo de 39 a 31 el número de ministerios y en la que recortó un 10 por ciento de los salarios de los ministros, entre otras medidas.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer una nueva reforma de su gabinete en la que redujo de 39 a 31 el número de ministerios, y en la que destaca la salida del principal ministro, el jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Aloizio Mercadante.
En el marco de la reforma, con la que la presidenta busca reducir el gasto público y recuperar apoyo en el Congreso, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, su principal aliado, aumentará de seis a siete las carteras bajo su control.
El gobernante Partido de los Trabajadores (PT), en tanto, perdió la titularidad de tres ministerios, que fueron fusionados con otras carteras.
La mandataria recortó un total de diez carteras, como había prometido en septiembre cuando presentó una serie de recortes de gastos estatales. No obstante, fueron creados otros dos ministerios, que resultan de la fusión de carteras extinguidas.
La reforma contempla también la eliminación de 30 secretarías y 3.000 cargos de confianza -los que otorgan los titulares o directores de organismos públicos sin mediar concurso-, la reducción del 10 por ciento de los salarios de los ministros y límites de gastos en los ministerios.
El ahorro calculado por el gobierno a partir de la reforma es de 200 millones de reales (unos 50 millones de dólares) al año.
La salida de Mercadante, el asesor de mayor confianza de la mandataria, y su sustitución por el actual titular de Defensa, Jaques Wagner, un aliado del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, responden a presiones realizadas por el propio Lula, el PT y el PMDB, cuyos representantes en el Congreso no tenían buena relación con el brazo derecho de Rousseff.
Mercadante volverá a dirigir el ministerio de Educación, que ya comandó entre 2012 y 2014. Quien ocupaba esa cartera era el catedrático Renato Janine, quien fue destituido el miércoles.
En tanto, en el lugar de Wagner al frente de Defensa quedará el ex diputado Aldo Rebelo, del Partido Comunista do Brasil (PCdoB). Rebelo dirigía hasta ahora el ministerio de Ciencia y Tecnología, que ahora pasa a manos del PMDB con el ex diputado Celso Pancera a la cabeza.
El PMDB -del que forman parte el vicepresidente de la República, Michel Temer, y los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado Nacional, Eduardo Cunha y Renan Calheiros, respectivamente- también obtuvo el ministerio de Salud, que es el que posee el mayor presupuesto ministerial y será dirigido por el médico psiquiatra Marcelo Castro.
André Figueiredo, del Partido Democrático Laborista (PDT, por sus siglas en portugués) asumirá el ministerio de las Comunicaciones, que estaba en manos de Ricardo Berzoini, del PT.
Berzoini, ex presidente del PT y aliado de Lula, asumirá la nueva Secretaría de Gobierno, que surge de la fusión de la Secretaría General y la de Relaciones Institucionales.
El PMDB controlará además los siguientes ministerios: Puertos, en la figura de Hélder Barbalho; Aviación Civil, que ya está en manos de Eliseu Padilha; Agricultura, que continúa bajo el mando de Kátia Abreu; Turismo, en el que sigue Henrique Alves; y Minas y Energía, en el que permanece Eduardo Braga.
El respaldo del PMDB es vital para Rousseff en el Congreso para que avancen las medidas de ajuste fiscal y para frenar un eventual pedido de apertura de juicio político en su contra que pueda derivar en su destitución.
El PT, a su vez, perdió tres carteras, una vez que la flamante cartera de Ciudadanía, que estará a cargo de Nilma Gómes, surge de la fusión de las secretarías, con estatus de ministerio, de Igualdad Racial, Derechos Humanos y Políticas para las Mujeres.
Miguel Rossetto, también vinculado al ex presidente Lula, dejará la Secretaría General de la Presidencia y dirigirá un ministerio que surge de la fusión de los de Previsión Social y Trabajo.
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