domingo, 18 de octubre de 2015

Cartoneros contra Macri

La cooperativa de cartoneros El Trébol recicla residuos secos en La Boca, pero corre riesgo de cierre. Denuncian que el Gobierno porteño incumple una parte del acuerdo alcanzado en 2010 y no tienen lugar para trabajar.


Más de cuarenta familias dependen del trabajo que realiza El Trébol, una cooperativa de cartoneros que recicla los residuos secos que se producen en los barrios de La Boca y Barracas. Sin embargo, el ingreso de esas familias está en peligro.

En 2010, El Trébol ganó el “Concurso Público para la Contratación del Servicio de Recolección de Residuos Sólidos Urbanos Secos” y así obtuvo el derecho de titularidad sobre los residuos secos de La Boca y Barracas. 

El acuerdo que derivó del concurso fue así: El Trebol brindaría el servicio público de recolección y tratamiento mientrasla Ciudad entregaría las herramientas para hacerlo: camiones, centro verde -galpón de tratamiento- cintas de clasificación, prensas y autoelevadores.

“Nunca nos dieron recursos para recolectar el 100% de los residuos de la zona. Estamos brindando un servicio público a la Ciudad y el gobierno no cumple con su parte del acuerdo”, aseguró Roberto Pontarollo, de la cooperativa El Trébol, quien señala al Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad como responsable.

Desde ese área de Gobierno, aseguraron que "hay máquinas y equipos que se encuentran comprados y retenidos en la aduana y otros equipos en proceso de licitación. Los plazos muchas veces dependen de cuestiones externas difíciles de prever y de anticipar".

De acuerdo a contrato firmado por 12 cooperativas -entre ellas El Trébol- en enero de 2013, el Gobierno se comprometió a proveer los recursos necesarios "para dar cumplimiento al plan de trabajo presentado". Sin embargo, desde hace tiempo El Trébol funciona con un sólo camión, que va a y viene desde la zona sur hacia Lanús, donde la cooperativa alquila un galpón que está a punto de ser clausurado. Sucede que el barrio fue recategorizado como zona residencial y no puede haber actividad industrial en el lugar.

La clausura del galpón sería el fin de la cooperativa y los cartoneros señalan a la administración del PRO como responsables de esta situación.

“El Gobierno porteño debería pagar mensualmente por ese servicio o, en todo caso, facilitar los recursos en comodato para que la cooperativa trabaje. Como un galpón, por ejemplo”, relató Pontarollo.

Sobre el asunto, fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público dijeron que "no es responsabilidad del Gobierno de la Ciudad que les hayan clausurado el galpón en el que operaban en Lanús" aunque se está trabajando para encontrar un predio adecuado "pero no es algo que se pueda resolver de un día para el otro".

Así las cosas, con la amenaza de clausura sobre los talones, los cartoneros temen perder sus puestos de trabajo y aseguran que por parte del gobierno sólo escuchan promesas de soluciones que, por ahora, están lejos de concretarse.

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