Hoy se conmemora el Día de la Identidad, en reconocimiento a las madres y abuelas que no abandonaron la búsqueda de sus hijos desaparecidos y nietos apropiados por la dictadura cívico militar. La celebración será en la Ballena Azul, del Centro Cultural Kirchner.
La historia
de las Abuelas comenzó cuando en 1977, desde la ciudad de La Plata, Alicia
"Licha" Zubasnabar de De la Cuadra y María Isabel "Chicha"
Chorobik de Mariani, se encontraron y crearon "Abuelas Argentinas con
Nietitos Desaparecidos", seis meses después de que un grupo de madres de
desaparecidos visibilizaran su reclamo en la Plaza de Mayo, dando vida a las
Madres de Plaza de Mayo.
Raquel Radío
de Marizcurrena, Clara Jurado, María Eugenia Cassinelli de García
Iruretagoyena, Celia Giovanola de Califano, Haydée Vallino de Lemos,
"Licha" de De la Cuadra, Leontina Puebla de Pérez, Beatriz Aicardi de
Neuhaus, Eva Márquez de Castillo Barrios, "Chicha" Mariani, Vilma
Delinda Sesarego de Gutiérrez y Mirta Acuña de Baravelle fueron las doce
madres-abuelas que iniciaron la tarea que hasta hoy permitió recuperar 117
nietos.
"Licha" de la Cuadra (fallecida) y "Chicha" Mariani |
Veintiocho
años después, el Estado nacional reconoció el trabajo de las Abuelas y promulgó
en 2005 la ley 26.001 sancionada por el Congreso Nacional en diciembre de 2004,
que establece el 22 de octubre como el Día Nacional del Derecho a la Identidad.
Por su
parte, la Justicia demoró 35 años en reconocer formalmente la existencia de un
Plan Sistemático de Robo de Bebés a mujeres secuestradas durante la última
dictadura.
En el primer
fallo histórico, el 5 de julio de 2012 el Tribunal Oral Federal 6 condenó a 50
años de reclusión, la máxima sanción prevista en la legislación nacional, al ex
dictador Jorge Rafael Videla, a 30 años al ex marino Jorge "Tigre"
Acosta, responsable operativo del centro clandestino de detenciones que
funcionó en la ESMA durante la dictadura, y a 15 años al ex dictador Reynaldo
Bignone, último presidente de facto.
La causa
había sido iniciada por las Abuelas diecisiete años atrás y al leer el fallo,
la jueza María del Carmen Roqueta dejó expresamente sentado que para el
tribunal cada uno de los 36 casos que se ventilaron en ese juicio constituyen
"parte integrante de un plan sistemático de robo de bebés"
desarrollado durante el período del terrorismo de Estado.
El fallo fue
clave para descubrir la trama civil que fue parte del delito de apropiación de
niños, como médicos y parteras que colaboraron en el ocultamiento y entrega de
los bebés nacidos en las maternidades que funcionaban en los centros
clandestinos de detención donde se encontraban cautivas las embarazadas.
La tarea de
las Abuelas de Plaza de Mayo en su búsqueda no puede desligarse de la Comisión
Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), creada en 1992, y del Banco
Nacional de Datos Genéticos que permite obtener la información genética para
establecer la filiación familiar.
Si bien la
Conadi está asociada a la búsqueda y localización de niños desaparecidos, su
función abarca también la tarea de recibir denuncias sobre robo y tráfico de
menores, despojos a madres y adultos con identidad vulnerada, según los
principios enunciados por el organismo.
Las primeras
pericias para determinar la "abuelidad" y poder identificar a los
menores secuestrados se realizaron en 1984 a pedido de Abuelas y en 1987 el
Congreso Nacional sancionó la ley 23.511 que creó el Banco Nacional de Datos
Genéticos, que funciona en el Hospital Durand.
El último
logro en materia legislativa de las Abuelas fue en 2009 cuando se sancionaron
las leyes que habilitan al juez a ordenar la extracción de ADN para identificar
a hijos de desaparecidos y la que reconvierte el Banco Nacional de Datos
Genéticos en un ente autárquico dentro de la órbita del Ministerio de Ciencia y
Tecnología.
Con más de
300 nietos que aún siguen buscando, a fines de agosto pasado las Abuelas
anunciaron la restitución la nieta 117, Claudia Domínguez Castro, hija de los
militantes comunistas Walter Hernán Domínguez y Gladys Castro, secuestrados
ilegalmente y desaparecidos por la última dictadura cívico-militar.
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