Editorial - Por Soledad Sganga
Es a través de operaciones pura y exclusivamente financieras y económicas que Occidente invadió e invade países. Un occidente que es la representación en un cien por ciento de la hipocresía.
Un occidente que en su momento, allá por la Segunda
Guerra Mundial se rasgaba las vestiduras horrorizándose por la guerra, por los
refugiados, por los exiliados judíos, polacos, gitanos.
Tanto se horrorizó
que el mismo Adolf Hitler hizo referencia a ese "horror que sentía
occidente", diciendo que si tanto se espantaban que los recibieran en sus
países. Y ninguno de los escandalizados abrió sus cupos de inmigración para dar
asilo a esas millones de personas que estaban siendo perseguidas por el nazismo. De un lado se los expulsaba salvajemente y del lado que parecía extender una
mano cerraban la puerta diplomáticamente.
Hoy ya hasta han perdido los modos.
Ya no se ensucian las manos ni despliegan un arsenal bélico propio, sino que a
través de distintos tipos de maniobras, ya sea financieras, económicas, creando
monstruos que después dicen querer combatir, inventan con éxito guerras
civiles, estrangulamientos económicos que hacen que veamos lo que hoy estamos
viendo; la imagen dolorosa de un pequeño muerto porque su familia decidió huir.
La hipocresía de la paradójicamente llamada COMUNIDAD Europea y la hipocresía
de occidente en general, quedaron al decubierto más que nunca. Luego de dar vuelta
la cara, luego de deportar a millones de personas, luego de apresarlas y seguir
humillándolas, cerrando las puertas, llevando al máximo la xenofobia y el odio.
Hoy se llegó a un límite del cual no pueden hacerse los desentendidos. Tienen
sobre sus espaldas y conciencias (si es que la tienen) millones de muertos y
una muerte que quedará grabada en la retina del mundo de un niño en la costa
muerto. Angela Merkel hizo llorar a una niña quitándole cualquier ilusión que
pudiera tener sin piedad. Con esa frialdad inhumana o quizás humana de la
Segunda Guerra Mundial.
Hoy, la foto de un niño muerto
tuvo que recorrer el mundo entero para que François Hollande y Angela Merkel
recién anuncien que llevarán una propuesta a la UE para tratar ésta
problemática.
Cabe preguntarse si tanto tiempo se puede tardar en resolver una
situación como ésta. ¿Por qué no se ponen a analizar la verdadera razón de
éstos seres humanos que buscan un mundo mejor porque ya en sus tierras les han
implantado la guerra? Por complicidad. Recién ahora resuelven que llevarán tan
sólo una propuesta. Vergüenza mundial da el "ejemplar Occidente". Vergüenza
mundial dan los organismos internacionales como la OTAN y la UE.
Con muchísimo
orgullo puedo decir que mi país fue uno de los países que abrió las puertas a
millones de inmigrantes, no sin resistencia interna, pero lo hizo. Españoles,
Italianos, polacos, armenios.
Tenemos comunidades de muchos lugares del mundo
que fueron víctimas de las dos guerras. Somos hijos y nietos de inmigrantes. Y
así junto con ellos, hicimos nuestra patria. Es parte de nuestra historia.
Mientras la OTAN arma guerras civiles detrás de telón y mientras la UE con
Alemania a la cabeza estaban concentrados en como seguir estrangulando a
Grecia, millones de personas huían para poder hacer de este mundo, el mismo que
los expulsa y da vuelta la cara, un mundo mejor.
Con orgullo nosotros podemos
decir que aún hoy seguimos siendo un país, le guste a quien le guste, y mal que
le pese a muchos, con las puertas abiertas a quien quiera habitar suelo
argentino como esta bien claro en nuestro Preámbulo.
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