El candidato a gobernador, quien se imponía ayer en el escrutinio provisorio, admitió que "estaba seguro de que iba a ganar" los comicios provinciales y lo fundamentó en que "los tucumanos quieren coherencia".
"La gente apostó por la continuidad de un trabajo que comenzó hace 12 años y nos eligió porque saben que tenemos una planificación clara, con objetivos definidos que nos permitirán seguir mejorando", señaló el actual vicegobernador de la provincia, quien se imponía ayer en el escrutinio provisorio con el 54,42 por ciento de los votos contra el 40,76 por ciento del candidato del Acuerdo para el Bicentenario, el radical José Cano.
"Yo me preparé para esto y estoy convencido que puedo serle útil a todos los tucumanos", dijo luego de proclamarse ganador, ya que "la tendencia es irreversible y ganamos a lo largo y ancho de la provincia".
Luego de los festejos, Manzur sostuvo que "las elecciones ya pasaron y el desafío es seguir trabajando para el bienestar de todos", al tiempo que convocó a los tucumanos "a unirnos para festejar el próximo año nuestro bicentenario con alegría".
"La gente no quiere volver a saltar al vacío y por eso votó la coherencia, optó por lo previsible ya que quiere que sigamos construyendo a partir de todo lo que se viene haciendo y esto es lo que hay que valorar", sostuvo.
El candidato del FpV repudió los casos de violencia que se registraron durante los comicios y señaló que "son situaciones delictivas que tienen que ver con lo policial y ya se hicieron las denuncias en la Justicia para que investigue y juzgue a los responsables".
"Todos saben que en Sargento Moya un candidato de la oposición quemó las urnas, pero está identificado y detenido", señaló en referencia a Hugo Alarcón, uno de los cuatro aprehendidos en esa localidad ubicada a unos 50 kilómetros al suroeste de la capital.
Otro caso de violencia fue la agresión a un camarógrafo de una empresa local de televisión por cable que debió ser internado en el hospital Centro de Salud y fue dado de alta horas después. "El ministro de Salud de la provincia fue a visitarlo y los presuntos autores también están detenidos", precisó.
Sobre las denuncias realizadas por la oposición, que llegó a pedir la suspensión del escrutinio provisorio por considerar que no tenían las garantías necesarias, Manzur señaló que "quisieron embarrar una elección transparente haciendo cosas feas, pero lo único que consiguieron fue hacernos quedar mal a todos los tucumanos, algo que el pueblo de esta provincia no se merece".
"Están perdiendo y no tuvieron mejor idea que denunciar, algo que ya hicieron durante la campaña", insistió el candidato ganador, quien expresó que "sabíamos que esto iba a suceder si perdían".
El triunfo de Manzur ratifica en Tucumán la supremacía del justicialismo desde el regreso de la democracia, en 1983, ya que logró imponer su candidato en ocho de las nueve elecciones realizadas desde entonces.
El primero en la lista fue Fernando Riera, un viejo caudillo provincial que se impuso en el año que volvió la democracia al país y cuatro años después cedió su lugar a otro dirigente del PJ local, José Domato; quien en 1991 cedió su lugar a Ramón "Palito" Ortega.
El ciclo se interrumpió en 1995 cuando el represor Antonio Domingo Bussi creó su propio partido, Fuerza Republicana y derrotó a la senadora justicialista Olijela del Valle Rivas, pero se reestableció en 1999 con la victoria de Julio Miranda.
En 2003 llegó a la gobernación José Alperovich, ex dirigente radical que se volcó al justicialismo luego de ser el ministro de Economía de Miranda y tras conseguir el aval del partido para ser candidato permaneció 12 años en el cargo ya que fue reelecto en 2007 y 2011.
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