Es por los abusos con las comisiones. En la Ciudad de Buenos Aires hay unos 150 mil inquilinos que sufren este tipo de prácticas. Cada uno de ellos paga cerca de $ 10 mil para ingresar a una vivienda, mucho más de lo que correspondería de acuerdo a la ley vigente.
Los abusos de los intermediarios con los alquileres sacuden de lleno los bolsillos de las familias porteñas de ingresos medios y bajos quienes, frente a la imposibilidad de comprar su propia vivienda, no les queda otra opción que rentar un departamento o una casa.
De hecho, las inmobiliarias que operan en la Ciudad de Buenos Aires se apropian de 1 millón de pesos diarios que les corresponderían a los inquilinos, por cobrarles una comisión superior a lo que estipula la normativa legal.
Esta conclusión se desprende de un trabajo que hizo el legislador porteño del Frente para la Victoria (FPV), Fernando Muñoz, tras presentar un amparo el jueves último en la justicia contencioso administrativa contra el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios (CUCICBA). Esta entidad, que engloba a los martilleros de la Capital, se ha negado sistemáticamente a brindar información sobre las medidas que ha tomado para evitar este tipo de maniobras que benefician a sus asociados, los martilleros o inmobilirias, en desmedro de los locatarios.
"Hace 90 días que venimos solicitando al CUCICBA información sobre sus obligaciones –otorgadas por la Ley 2340–, y en dos ocasiones se ha negado a brindarla, lo que no hace más que confirmar lo turbia y corporativa que es la relación del sector contra los inquilinos de la Ciudad", se lamentó Muñoz a través de un comunicado de prensa.
Casi la totalidad de las inmobiliarias factura por el trabajo de intermediación el equivalente a dos meses de alquiler en lugar de uno.
El informe de Muñoz explica que en la Ciudad de Buenos Aires se ultiman alrededor de 350 mil contratos de alquiler y, exceptuando cerca de 40 mil hogares que acuerdan de palabra, el resto recurre al sistema habitual que lo refrenda por escrito.
De acuerdo con el relevamiento, de los casi 310 mil contratos de alquiler que se homologan cada 24 meses en el perímetro capitalino, al menos 150 mil se finiquitan con la intervención de un intermediario que suele ser una inmobiliaria.
El problema reside en que los inquilinos recurren a inmobiliarias o martilleros que se quedan en cada contrato con una comisión promedio de $ 10 mil.
"Tomando en consideración que no deberían cobrar más de un mes de comisión –de acuerdo con el art. 57 de la Ley 2340 del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios–, los 150 mil contratos de alquiler que se renuevan cada dos años en la Ciudad representan un ingreso 'extra' de las inmobiliarias de $ 750 millones", precisó Muñoz
A esta conclusión se arriba de una forma muy simple, producto de multiplicar los 150 mil contratos en los que se le birla a cada uno de los inquilinos alrededor de $ 5000 en concepto de sobreprecio.
La cuenta es aun más sencilla si se toma en consideración que a través de la mediación de las inmobiliarias se formalizan unos 200 contratos por día en la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, queda en claro que hay un millón de pesos de los inquilinos que pasan a engrosar la billetera de los agentes inmobiliarios cada 24 horas.
Muñoz responsabiliza políticamente de este tipo de abusos al alcalde porteño, Mugrizio Macri. "Aquí no hay oficina estatal que se ocupe de los que sufren los abusos en los contratos. Uno de cada tres hogares en Buenos Aires es alquilado. Resulta escandalosa la complicidad de las inmobiliarias y el gobierno porteño", alertó Muñoz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario