El río alcanzó ayer a la tarde su pico máximo en Ranchos, Villanueva y General Belgrano y ya comenzó a descender, por lo que ese caudal de agua comenzó a llegar a Pila, Lezama, Castelli y Chascomús, pero sólo afecta el área rural.
El río Salado alcanzó ayer a la tarde su pico máximo en la zona de Ranchos, Villanueva y General Belgrano y ya comenzó a descender, por lo que ese caudal de agua comenzó a llegar a Pila, Lezama, Castelli y Chascomús, pero sólo afecta el área rural, mientras las autoridades son optimistas en que el buen tiempo acompañará hasta el sábado.
El subsecretario de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, Ángel Marinaro Rodó, dijo que "hay expectativas positivas sobre la crecida del Salado porque el buen tiempo va a acompañarnos al menos hasta el sábado" y añadió que "no hay registros de anegamientos en sectores urbanos", al tiempo que destacó que "en Chascomús las obras realizadas por el municipio, la provincia y el gobierno nacional han permitido que hoy podamos decir que sin ellas y con estas lluvias todo estaría anegado".
"En Pila todo lo rural está afectado y la población de esas zonas es asistida por el ejército; en General Belgrano la Prefectura Naval asiste a la población mientras Gendarmería Nacional efectúa el control de tránsito sobre la ruta 29 entre Ranchos y Villanueva, tramo anegado por la crecida", detalló el funcionario, quien precisó además que "un anfibio de la Infantería de Marina presta servicio en la localidad de Villanueva, y en la zona rural de Lezama dos familias fueron evacuadas a casas de conocidos".
"En las localidades de Pila, Lezama y Chascomús esperamos que el agua baje durante las próximas 72 horas, mientras que en Castelli está prevista una lluvia de cerca de 20 milímetros para mañana por la mañana; luego de eso el buen tiempo va a acompañarnos hasta el sábado", estimó.
El titular de Defensa Civil bonaerense, Luciano Timerman junto al intendente de Castelli, Facundo Echarren, monitorean el comportamiento de las aguas y el impacto en los cascos urbanos.
Por su parte,El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, junto a los ministros provinciales de Asuntos Agrarios y de Desarrollo Social, Alejandro "Topo" Rodríguez y Eduardo Aparicio, respectivamente, sobrevolaron ayer la zona inundada.
Al término de la recorrida, de la que también participaron los intendentes de General Belgrano, Jorge Eijo, y de General Paz, Juan Carlos Veramendi, Berni manifestó que "el pico máximo de la crecida ya ha pasado".
Desde Defensa Civil se informó que "en estos momentos la situación es estable y permanece operando el Comité de Emergencia en la localidad de Villanueva, con equipamiento de Salud, Prefectura, Ejército, y la Marina Argentina. Con la apoyo de la Defensa Civil de La Matanza, además de Cruz Roja Argentina".
Además, la Secretaría de Servicios Públicos se puso en marcha el generador eléctrico para sostener el bombeo del agua en la zona, al tiempo que implementó un plan de contingencia, muestreo y monitoreo de la calidad de los servicios públicos de agua potable y desagües cloacales en las ciudades afectadas.
El intendente de Pila, Gustavo Walker, afirmó que el desborde del río Salado mantiene inundado a cerca del 70 por ciento del distrito bonaerense y calculó que hoy comenzará un descenso del cauce, por lo que "en 10 días no va a quedar agua si no llueve mucho".
"Estamos preparados como para cualquier contingencia y seguir trabajando en el campo y la ciudad", comentó el intendente y precisó que ayer llegó un helicóptero enviado por la Secretaría de Ambiente de la Nación que se sumará a los vehículos y efectivos del Ejército, Bomberos Voluntarios y Policía que brindan asistencia.
Walker estimó que "en el campo hay unas 400 personas complicadas" a las que se las ayuda con alimentos, agua potable y medicamentos, mientras que en el casco urbano hay 12 evacuados.
Las rutas 41, 46 y 50 permanecían ayer cerradas al tránsito y las rutas 29 y 65 se encontraban afectadas por la presencia de agua sobre la calzada a raíz de las inundaciones que se registran en la región central de la provincia de Buenos Aires como consecuencia de la crecida de la cuenta del Río Salado, informó la Dirección de Vialidad provincial.
La ruta 41 permanece cerrada al tránsito en el tramo General Belgrano a San Miguel del Monte, la ruta 46 entre Bragado y la ruta 65, en Junín; y la ruta 50 está cerrada entre Vedia y Arenales.
La ruta 29 se encuentra afectada por la presencia de agua en distintos tramos de su traza y tiene banquinas inestables, por lo que el tránsito se habilita únicamente de día y se cierra a partir de las 22 entre las localidades de Ranchos y General Belgrano. La ruta 65 presenta agua en las banquinas en el tramo que va de Junín a General Viamonte. En tanto, en el partido de General Paz hay tránsito local asistido en el acceso a la localidad de Villanueva.
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