La Presidenta publicó en su página web un texto en el que relata su encuentro del martes con los familiares de la víctimas del atentado al Embajada de Israel, al cumplirse 23 años de aquel episodio, y cuenta que recibió una invitación de la embajada a propósito de la fecha, pero que prefirió estar con los familiares. "Para mí, había un solo homenaje: el día 17 marzo y junto a ellos, las víctimas y los familiares…", cerró la mandataria.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó ayer en las redes sociales la reunión que mantuvo el martes en Casa de Gobierno con los familiares de las víctimas del atentado a la embajada de Israel, a través de una carta que tituló "Crónicas de vida. Entre risas y lágrimas un solo homenaje".
"Les conté que había recibido una invitación por parte de la Embajadora de Israel en nuestro país para asistir al acto del día 19 de marzo, ya que debieron postergar el homenaje por las elecciones en Israel, en donde también me ofrecía, de considerarlo oportuno, hacer uso de la palabra", escribió Cristina.
Al respecto, contó: "Me disculpé a través de la Secretaría General de la Presidencia y les dije, a quienes ayer me acompañaban, que en verdad, para mí, había un solo homenaje: el día 17 marzo y junto a ellos, las víctimas y los familiares...Gracias por las flores y, sobre todo, por el afecto y la consideración".
Asimismo, narró que "los doctores Rita Jana e Ignacio Irurzun" le contaron que "el Estado de Israel jamás se presentó como querellante en la causa de la Embajada".
"Ayer (por el martes) se abre la puerta de mi despacho en Casa Rosada a las 18:30hs. Mujeres, hombres, jóvenes, nenas y un inmenso ramo de flores que me entrega Carlos Susevich, padre de Liliana Graciela, a quien le arrancaron la vida un 17 de marzo de 1992...", describió Cristina.
"Trabajaba como administrativa en la Embajada de Israel. Tenía 3 hijos. Su padre Carlos, que hoy cumple 91 años, se hizo cargo de sus nietos", agregó.
Además, tuiteó que "aún resuena en mis oídos su voz grave, ronca, fuerte, en otros 17 de marzo sobre la calle Arroyo, donde estaba su hija" y añadió que "lo acompañan Mónica Hernández, la señora rubia que está a mi lado en la foto, hija de Mausi Meyers Frers, quien murió en la Residencia Hogar para personas mayores situada frente a la embajada".
"Me cuenta -apuntó Cristina-, en medio de la charla, que esto no tiene nada que ver con la religión. Su madre era protestante y ella es una abuela ecuménica.Tiene 3 nietos. Uno es católico, el otro es judío, y no me acuerdo si me dijo que el tercero es musulmán o protestante".
"Nos reímos todos -recordó la jefa de Estado-. También estaba Jorge Cohen, sobreviviente, que al momento de la explosión, estaba desempeñando su tarea como agregado de prensa en la Embajada. Lo acompaña su hija Malena de 15 años. Recuerda el día que me conoció, cuando era Senadora, y los momentos que compartimos en actos, audiencias, encuentros, en la comisión. Se va emocionando y se le llenan los ojos de lágrimas cuando me dice que todavía recuerda el día, hace años, en que le dije "cuando yo pueda los voy a ayudar".
En ese sentido, memoró: "¡Y como lo hizo!". Casi me pongo a llorar yo. No me acordaba de haber dicho eso. Pero bueno, es el tema de hacer lo que uno piensa y no de prometer lo que conviene para quedar bien en el momento".
También contó que "estuvo el arquitecto Gabriel Pitchón, sobreviviente que estaba a cargo de la Dirección de Obra que se estaba llevando a cabo en ese momento en la embajada.Tiene 17 operaciones y media cabeza de platino. Es casi una obra de arquitectura médica".
Cristina expresó que "todavía recuerda que lo tenían internado y esposado a la cama porque, al ser el arquitecto de la obra, era un potencial sospechoso".
"Te corre frío por la espalda. El lo cuenta con una sonrisa. A mí me dan ganas de patear sillas u otras cosas", enfatizó la Presidenta.
Asimismo estuvo "Nelly Durán, con su nieta Luna de 11 años. Nelly es la viuda de Miguel Angel Lancieri, un peatón, alguien anónimo, que justo pasaba frente a la Embajada en el minuto fatal que Dios o la vida nos tiene asignado a cada uno".
"También -detalló-, un joven, Leandro Rodríguez. 24 años. Nieto de Francisco Mandaradoni, que estaba trabajando en la obra de la Embajada cuando su abuelo murió, el tenía 1 año. Tiene un año más que los 23 de impunidad. Me cuenta que su abuelo tenía un loro que murió al poco tiempo que su abuelo. Lo extrañaba".
"Que cosa tan humana son algunos animales y que animales son algunos humanos -analizó-. Reflexión aparte. Me contaba que lo llevaban a un zoológico y le hacían creer que un guacamayo que le mostraban era el loro del abuelo. Leandro es el que está abrazado, en la foto, con Lea Kovensky, sobreviviente del atentado, que actualmente trabaja en la embajada. Es la mujer que cubierta de cenizas era llevada en brazos por un policía, en memorable documento gráfico de la tragedia", prosiguió la mandataria y agregó que "también participó 'Rambo'. Su verdadero nombre es Alberto Romano. El apodo se lo pusieron los propios familiares, es que herido y ensangrentado, recorría los escombros ayudando a las otras víctimas.Con todos ellos vinieron los abogados de las querellas. Los Dres. Rita Jana e Ignacio Irurzun. Son ellos los que me cuentan que el Estado de Israel jamás se presentó como querellante en la causa de la Embajada".
"Te digo que, a esta altura, pocas cosas me sorprenden. Esta es una. Otras que me contaron, mejor ni repetirlas...", recordó la jefa de Estado, y agregó que "también estuvo Larry Levi, asistente personal, desde hace 17 años, de Carlos Susevich. Lo acompañó su hija Paloma de 11 años".
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