En los últimos tiempos creció la modalidad de buscar alojamiento por la web. Pero cuando no se trata de una página reconocida hay que estar atentos a posibles casos de estafas.
Generalmente se trata de casas o departamentos muy vistosos, bien ubicados y con un precio tentador; incluso, al momento de iniciar la negociación, ofrecen vía mail copias de un DNI (robado) y hasta un número de celular con el que es posible comunicarse hasta el día previo a hacer el depósito.
Después, esa persona desaparece y, al intentar chequear la dirección del inmueble alquilado, ésta tampoco existe.
A la hora de asegurarnos un lugar para morar durante los días de descanso, la gente adopta distintas posturas. Los que tienen familiares y amigos que les prestan o alquilan vivienda, son los más afortunados; pero están quienes deben ir en busca de su hogar de verano por distintos medios.
Hay un gran número de turistas que aprovechan los últimos feriados del año para viajar al destino elegido para las vacaciones y allí asegurarse la morada de verano. Otros conservan el número de teléfono del propietario con el que ya negociaron en otras temporadas y, ya promediando noviembre, empiezan a asegurarse su lugar.
También están los que esperan hasta último momento, arman las valijas, salen de viaje y, recién cuando llegan a destino, empiezan a recorrer la zona predilecta de la ciudad para negociar precios; este grupo suele ser el que más beneficios obtiene, porque apunta a propiedades que todavía no han sido reservadas y los dueños no quieren quedarse con las manos vacías (en la temporada pasada, muchos que fijaron precios muy altos para sus propiedades se quedaron sin alquilar y a nadie le gusta correr ese riesgo).
Sin embargo, en los últimos tiempos y dentro del grupo de los más provisores, ha crecido la modalidad de buscar alojamiento por internet. Pero cuando no se trate de una página reconocida, hay que estar muy atentos.
Si bien esto ofrece una cierta comodidad que incluye el depósito bancario de la seña, un adelanto y hasta la totalidad del alquiler, también ha servido de caldo de cultivo para un gran número de estafadores que publican, con fotos falsas, una propiedad.
Estos estafadores ofrecen un número de cuenta y exigen, de acuerdo a los casos registrados en la última temporada, adelantos que rondan los 3.000 o 4.000 pesos.
Todo está muy bien planificado, porque en ocasiones la vivienda aparece incluso en el programa de Google Maps, pero la dirección no cuadra y las fotos son de habitaciones cualesquiera.
En muchos casos los damnificados han radicado la denuncia correspondiente que, en ocasiones, es acompañada por la persona a la que le usurparon su identidad (su DNI), algo más difícil de rastrear.
Sin embargo, en la mayoría de los casos la gente desiste de llevar a cabo una investigación más profunda (y costosa) como sería el intento de rastreo del número de cuenta donde se hizo el depósito o la dirección de IP desde donde se enviaron los mails de la operación.
La planificación de la estafa contempla, en casi todos los casos, no recaudar cifras demasiado abultadas, para facilitar la resignación del estafado.
Prefieren atrapar a muchos por unos pocos miles de pesos. Por eso, a estar atentos y ultimar los detalles de identificación del propietario si no nos queda otra alternativa que recurrir a la negociación virtual.
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