Diego Lagomarsino hizo llegar esta versión al diario Página/12 a través de una jueza, cuyo nombre no trascendió y que “es amiga desde hace años de la familia del técnico informático”.
El experto informático Diego Lagomarsino, que le facilitó al fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, el arma de la que salió el disparo que provocó su muerte el domingo pasado, relató que el fiscal le contó que "no tenía otra alternativa que presentar la denuncia" y también que el desplazado agente de inteligencia Antonio Stiuso le había dicho que tuviera “cuidado con su custodia”, según publicó ayer el matutino Página/12.
Lagomarsino hizo llegar esta versión al diario a través de una jueza, cuyo nombre no trascendió y que “es amiga desde hace años de la familia del técnico informático”.
De acuerdo con lo publicado por Página/12, Lagomarsino relató que el sábado pasado lo llamó Nisman y le pidió que le prestara la pistola Bersa calibre 22 “por cuestiones de seguridad”.
El colaborador del fiscal reveló que Stiuso, ex director de Contrainteligencia de la ex SIDE, también le recomendó a Nisman "que tuviera precaución con la seguridad de sus hijas”.
“De ser cierto este testimonio de Lagomarsino, esta es la primera vez que el nombre de Stiuso aparece relacionado en el caso de la muerte de Nisman”, conjetura la nota publicada por Página/12, en la cual se consigna además que el ex agente tenía “una estrecha relación laboral” con el fiscal especial de la causa AMIA.
“Desde la presentación de la insólita denuncia de Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la Justicia todos vieron la mano del espía en una iniciativa como una forma de venganza por su despido”, especula el artículo.
Por último, en la nota se enumeran una serie de datos con respecto a Lagomarsino, que lo convierten “en un personaje extraño pero esencial en la historia de la muerte del fiscal Nisman”.
“Lagomarsino es la última persona que vio con vida a Nisman; le facilitó la pistola de la que salió el disparo que terminó con la vida del fiscal; poseía un altísimo contrato (cobraba 40 mil pesos por mes); iba pocas veces a la Fiscalía; y se veía con el funcionario judicial en el departamento de Puerto Madero”, detalla el matutino, que también consigna que según le había confiado el propio Lagomarsino a la magistrada, “su función era la de desbloquear y copiar los archivos que le pedía Nisman”.
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