Se trata de las pruebas “relacionadas con las escuchas telefónicas” en las que Nisman fundó la denuncia que efectuó contra el Gobierno, según informó la pagina web de la Corte Suprema.
El juez federal Ariel Lijo interrumpió ayer sus vacaciones y se reincorporó al frente del Juzgado Federa 4 de esta Capital, donde dispuso “medidas urgentes para el aseguramiento de la prueba” de las denuncias realizadas la semana pasada por el fallecido fiscal Alberto Nisman.
Por su parte, la Procuración General de la Nación, a cargo de Alejandra Gils Carbó, nombró al fiscal Alberto Adrián Gentili como subrogante al frente de la unidad especial del caso AMIA, hasta el 31 de enero.
La diligencia se realizó ayer en la sede de la Unidad Fiscal de Investigaciones del atentado a la AMIA, para incautar y asegurar todos los discos compactos donde están grabadas las intervenciones telefónicas y toda la documentación detallada en la denuncia.
Asimismo, Lijo le requirió a su colega Rodolfo Canicoba Corral, titular del Juzgado Federal 6, donde tramita la investigación del atentado a la sede de la AMIA, todos los antecedentes y documentación vinculados a las intervenciones de dichas líneas telefónica.
Canicoba Corral desautorizó la semana pasada la denuncia de Nisman al revelar que nunca ordenó la intervención de los teléfonos mencionados por el fiscal en la minuta que difundió a la prensa, por lo cual eran de “dudosa legalidad”.
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