Endeudar al país, reprivatizar Aerolíneas Argentinas y terminar con el "curro" de los derechos humanos, son algunas de las promesas realizadas por Mugrizio Macri con la vista en las elecciones del año que viene.
En lo que respecta al discurso del jefe de Gobierno porteño –y a las acciones en la Ciudad, claro–, las ruedas de la historia parecen retroceder: palabras y promesas de campaña ya escuchadas, sobre todo durante el gobierno del turco innombrable.
En una entrevista publicada ayer por el diario La Nazión y mientras el gobierno nacional ha encarado un exitoso proceso de desendeudamiento que lleva una década y dio a nuestro país autonomía e independencia económica y política, Mugrizio Macri promete exactamente lo contrario: endeudarse.
"Endeudarse para crecer e invertir es muy saludable, las inversiones se repagan con el trabajo de los argentinos", sostiene el alcalde porteño respecto a una eventual gobierno del PRO; es decir, pretende volver al círculo vicioso que los argentinos ya conocemos y sufrimos: tomar deuda en el exterior para confiscar la riqueza del país y el salario de los argentinos.
Luego de afirmar que "es imposible sostener una empresa que pierde por año lo que costaría urbanizar las villas de Buenos Aires" y ante la consulta sobre la reprivatización de Aerolíneas Argentinas por esa razón, Macri trató de evadir una respuesta concreta y respondió: "vamos a buscar la mejor solución para la gente en cada tema".
Para él, obviamente y a la vista de su gestión en la Ciudad, "la mejor solución" no es otra que reprivatizar la línea de bandera y, de ser posible, cuanto servicio público no deje ganancias, más allá de lo estratégico que pueda ser para el desarrollo nacional.
Al ser consultado sobre el lógico temor de los organismos de derechos humanos sobre un retroceso en esa materia, Macri se calificó como defensor de los derechos humanos, sobre todo en lo que hace a "la libertad de prensa", para luego agregar "salud y educación".
No es casual que destaque en primer término "la libertad de prensa": tanto para él como para el PRO los derechos que los monopolios mediáticos son los principales, casi los excluyentes; así lo demostró en su defensa del Grupo Clarín frente a la Ley de Medios y la democratización del espectro de radio y televisión.
En consonancia, claro, prometió acabar con "los curros que han inventado" en estos años con los derechos humanos. Muy probablemente, que se juzgue a todos los culpables –militares y civiles– de la represión y los delitos de lesa humanidad durante la dictadura, para Macri no sean más que "curros".
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