El ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo hoy que la investigación por las cuentas de empresarios argentinos no declaradas en Suiza es "la punta de un iceberg, porque se abre una investigación" y elogió el trabajo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en la pesquisa de estas actividades ilegales.
En declaraciones radiales, Kicillof afirmó ayer que "es un excelente trabajo de la AFIP, se ha rastreado los mecanismos de cómo se arman los engranajes para que los más ricos se lleven la plata al exterior. No es que esté prohibido, pero lo hacen ilegalmente en cuentas fantasmas, paraísos fiscales; hablamos de 60.000 millones de pesos de recaudación que no existen. Es una fortuna que podría haberse usado para la construcción de escuelas, la AUH".
Sobre la acusación al viceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis, Kicillof dijo que "nos tienen acostumbrados por no decir hartos con estas operaciones. Aparecen estos temas y en lugar de dar a conocer la cuestión e investigarla lo primero lo que hacen es tratar de embarrarla. Quisieron embarrarla diciendo que gente de mi equipo tenía cuentas en Suiza. Era una operación que parecía joda. Álvarez Agis en 2006 tenía 25 años, era ayudante ad honorem en una materia. La pifiaron, imposible que tuviera una cuenta en Suiza".
"Es la desesperación por ocultar la información. Tiran petardos, cañitas voladoras para ocultar que hay directivos de Clarín y dirigentes de la oposición implicados”, agregó.
Por otra parte, desestimó que haya cambios de fin de año en el impuesto a las Ganancias porque “es una contribución solidaria de los trabajadores que más ganan” y se destina a subsidios y planes de estímulo al consumo y la inclusión social, al tiempo que volvió a cuestionar a las mediciones que arrojan una inflación en torno al 40 por ciento.
“En Argentina tenemos más o menos 11 millones de trabajadores, de los cuales pagan impuesto a las Ganancias sólo 1,029 millones. La verdad es un impuesto a los altos ingresos, a los trabajadores que más ganan; a nadie le gusta pagar impuestos pero este impuesto es un contribución solidaria de los trabajadores que más ganan al Estado, pero no es para los funcionarios, como todos los impuestos va a las políticas de Estado como la Asignación Universal por Hijo, la construcción de escuelas, obra pública”, señaló el ministro.
En ese sentido, remarcó que “2014 ha sido un año en el mundo malo, donde el Gobierno ha sacado innumerables planes, Procreauto, refuerzo del Procrear, Progresar, Ahora 12 -que está funcionando muy bien-, montones de medidas encaminadas a que se sostenga el empleo y una serie de elementos en los que el Estado cumple y ejerce su función contracíclica”.
Por otra parte, apuntó a que algunas empresas “han tenido ganancias altísimas” por lo que consideró que “cada sindicato tiene que discutir su salario con cada uno de sus sectores y ahí tratar de conseguir mejores condiciones, los empresarios también son un elemento de distribución”.
Acerca del “IPC Congreso” dijo que se trata de “un grupito de opositores” que son parte de “una campaña mediática que pretende instalar que la inflación es de 40%, pero no tengo la más pálida idea de donde surge, porque la verdad que viendo como están elaborados, lo hacen a mano alzada, hacen tres llamados, bajan al mercadito de abajo de la oficina”.
“Esa bandera de que la inflación es de 40% apareció cuando se les pinchó lo del dólar ilegal, lo de que las paritarias iban a ser de 60% y que se venía el Rodrigazo. Todo el mundo está un poco harto de tanta mentira que inventan para perjudicar al Gobierno y al país”, añadió, al tiempo que señaló que el índice oficial “cerrará este año en 24%, pero habrá que ver cómo evoluciona, faltan noviembre y diciembre, y está muy lejos de ese 40%”.
“Cuando dicen que hay mucha inflación porque hay mucho gasto y mucha emisión, es el mismo discurso que usaban para imponer el ajuste en la etapa neoliberal, con esa idea impusieron el plan de convertibilidad; hoy en Argentina podemos discutir un montón de cosas, pero hay cosas que no se pueden discutir”, remarcó.
En este contexto, se refirió a “los grupos concentrados, la elite económica de Argentina que muchas veces intenta influir en los actos del gobierno, de cualquier gobierno y después cuando vienen las elecciones financian candidatos”.
“Durante los '90, estaban acostumbrados a dictar leyes, a poner ministros, a condicionar muy fuerte. Cuando hablan del Estado, dicen que no quieren que los controlen y todo el mundo sabe que aún los países más liberales tienen enormes controles sobre los capitales; esto debe leerse en esa clave, hay algunos nostálgicos de ese Estado cómplice, que trabajaba para los intereses de las corporaciones”, concluyó el titular del Palacio de Hacienda.
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