A diario, la línea de emergencias recibe 40 mil llamados, de los cuales casi el 10% son motivados por episodios de violencia hacia mujeres. La mitad de los agresores son parejas de las víctimas.
Desde mediados de la década pasada, las fuerzas policiales y la justicia comenzaron a apoyarse en la recepción de denuncias o alertas a través del sistema de llamadas de emergencias 911. En Capital Federal y la provincia de Buenos Aires el promedio diario de comunicaciones supera las 40 mil y se calcula que el 9,3% se relaciona a hechos de violencia de género o familiar, a un promedio de una llamada cada 21 segundos.
En un informe del Observatorio de Violencia de Género (OVG) de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires se indicó que una de cada 10 llamadas al 911 provincial se relacionan con situaciones de violencias hacia mujeres y niñas.
Cada jornada, los especialistas del 911 bonaerense reciben unas 30.000 llamadas por diversas razones, y de ese total 2.800 tienen su origen en hechos de violencia de género.
En la Ciudad de Buenos Aires, asimismo, las llamadas que se recepcionan promedian 12.500 cada día. Tomando el mismo promedio para hechos vinculados a violencia contra niñas, niños y mujeres, se trata de 1.162 llamadas de ese tipo cada 24 horas.
En relación a las conclusiones del informe del OVG se indicó que casi la mitad de los agresores, el 47,8%, son parejas sentimentales de las víctimas, y el 20% ex parejas. Y este tipo de violencia se concentra en gran medida en las principales ciudades bonaerenses. Asimismo, de las causas presentadas, la Justicia resuelve poco más del 30%.
En torno al acceso a la justicia, el trabajo hizo hincapié en el recorrido que una víctima tiene que hacer para conseguir ayuda, además de subrayar que su acceso "comprende el compromiso activo de los tres poderes del Estado".
Al presentar el trabajo, Laurana Malacalza, coordinadora del Observatorio, sostuvo que la respuesta de la Justicia no es efectiva y "no genera medidas de protección a las víctimas".
Pero además está sostenido por un modelo de gestión judicial de violencia contra las mujeres "que da cuenta de un modelo deficiente, en tanto no puede garantizar medidas de protección y sanciones efectivas a quienes han ejercido violencia contra las mujeres".
"Esa gran cantidad de causas archivadas habla de un proceso judicial al que lo tiene que sostener la propia víctima. Si la víctima no presenta testigos, si no vuelve a rectificar la denuncia que hizo en comisaría, si no aporta pruebas, las causas quedan paralizadas y después se archivan". manifestó la profesional.
Los refugios para mujeres fueron otro eje del estudio, y allí "se observa que las condiciones edilicias son precarias y no garantizan la satisfacción de necesidades básicas, como ser agua caliente, calefacción y baños en buenas condiciones" y se considera que este tipo de instituciones no son los lugares adecuados para la atención de mujeres o niños en situación de violencia.
El artículo 4 de la Ley Nacional 26.485, sancionada en 2009, entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Además, la ley considera violencia indirecta a toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón.
Un hombre acusado por violencia de género contra su ex mujer y la abogada de ésta comenzará a ser juzgado este martes en los tribunales de San Martín. El acusado, de nombre Adrián Marcelo Souto, llega a juicio acusado por golpear y amenazar a su ex mujer, María Silvana Caccin, y a su abogada, Graciela Pacheco. Desde febrero el hombre está detenido en un penal bonaerense y ahora será trasladado a San Martín para presenciar el debate oral. La fiscalía pide 6 años de prisión y desfilarán por los tribunales unos 40 testigos.
"A vos también puta te voy a matar", fue la primera de las amenazas que recibió Pacheco cuando decidió defender a una mujer de San Martín que se divorció cansada de las golpizas a las que la sometía este sujeto.
La letrada también fue víctima de violencia de género por parte de este hombre que llegó cruzarle un auto mientras caminaba hacia el juzgado y le realizó llamadas intimidantes a su domicilio amenazando incluso a sus hijos.
La abogada Valeria Carreras, patrocinadora de ambas víctimas, contó que el acusado llega a juicio por agresiones y amenazas en 18 oportunidades. "Ya le denegaron dos veces excarcelación y no le concedieron la prisión morigerada. Entre todos hemos logrado que llegue a juicio, porque las compañeras de trabajo de la esposa lograron filmar una de las agresiones".
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