El ex presidente interino, responsable político de los asesinatos de Kosteki y Santillán, dijo que no comparte “de ninguna manera” las declaraciones del líder del Frente Rejuntador, quien había afirmado que “hay que cerrar la etapa de Derechos Humanos”.
El ex presidente interino Eduardo Duhalde repudió las declaraciones del líder del Frente Rejuntador, Sergio Massa, acerca de que había que “cerrar la etapa de Derechos Humanos”.
En declaraciones radiales, el "zabeca de Banfield" dijo que no comparte “de ninguna manera” lo dicho por el ex intendente de Tigre.
“Así expresada, no comparto la frase de ninguna manera. Los Derechos Humanos son permanentes, no se pueden cerrar nunca”, señaló Duhalde.
"Quizás Massa se haya referido al tema de los Derechos Humanos de los muertos, que hasta que no esté completamente aclarada la participación del Ejército, no se va a cerrar, pero los Derechos Humanos deben ser protegidos integralmente. Creo que tenemos que ocuparnos de los Derechos Humanos no sólo de los muertos sino de los jóvenes que están a la buena de Dios, que ni su familia ni los intendentes ni el gobierno provincial o nacional los atienden como deben ser atendidos. Esos chicos van a terminar en la cárcel o muertos, la mayoría”, agregó.
Para enfatizar su postura, el impune responsable político de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán afirmó que siempre tuvo un compromiso por el tema. “Cuando reasumí la intendencia municipal después del golpe en 1983, reasumí rodeado de pañuelos blancos. A mí, que me atacaron por tantas cosas, nunca me atacaron por eso”, arriesgó.
Al hablar de la dictadura, señaló que “fueron etapas muy difíciles, yo no tuve ninguna actitud valerosa. Simplemente hice lo que tenía que hacer. Era abogado, y habiendo sido intendente, muchos jóvenes de Lomas de Zamora fueron desaparecidos. Hasta que me reventaron el estudio de la casa, estuve trabajando con ellos y cuando volví, que amainó el problema en 1978, seguí haciendo lo mismo. Era una prioridad para mí”.
Sin embargo, Duhalde ratificó lo que había dicho en las elecciones presidenciales de 2011, cuando manifestó que “tenemos que parir en 2011 un gobierno para todos los argentinos, para el que quiere a Videla y para el que no lo quiere”.
Al ser consultado tres años después sobre aquella frase, respondió que defiende “el derecho a pensar diferente” y que “hay que aceptar la intolerancia” de los que quieren a Videla.
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