El presidente del Banco Central de la República Argentina señaló que “muchos avizoraban un fin de año con pérdida de reservas y un tipo de cambio legal o ilegal mucho más altos, pero hoy todo eso quedó reducido al ámbito de sus deseos y no de la realidad”.
“Si alguno creía que podía desestabilizar no lo va a lograr, porque hay una firme decisión política y condiciones técnicas para dar certidumbre a los argentinos”, sostuvo Vanoli al inaugurar ayer las Jornadas Monetarias y Cambiarias del BCRA, en las que disertaron invitados internacionales a lo largo del día.
El titular de la autoridad monetaria destacó que en el último mes las reservas internacionales crecieron en 800 millones de dólares, y se desalentó la operatoria ilegal mediante un trabajo coordinado entre los distintos organismos de regulación y supervisión, porque hay una clara decisión de trabajar fuertemente para prevenir el lavado de dinero, evitar vulneraciones al régimen penal cambiario y la evasión impositiva.
Vanoli señaló que los pronósticos de perspectivas apocalípticas que algunos formulaban en septiembre y octubre fueron “producto de la enorme miopía ideológica de muchos sectores a los que les ha ido bastante bien en los últimos años, o de intereses de actores que tratan de posicionarse política y económicamente tratando de generar las condiciones de inestabilidad”.
“Como la intranquilidad se asocia con la inestabilidad cambiaria, que se propaga a la economía y produce inflación, hiperinflación, recesión y crisis, algunos actores pregonaban que era inevitable una devaluación de la moneda, por eso era clave resaltar claramente que no iba a haber ningún tipo de devaluación”, explicó.
El presidente del BCRA reconoció que existen factores que limitan el margen para hacer política, como el contexto global, la caída del precio de las commodities, la retracción del comercio global, la volatilidad financiera y el fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, “que creaba un elemento de incertidumbre adicional”.
"Todo esto -agregó- era fogoneado por distintos sectores que buscaban instalar la sensación de que la Argentina estaba fuera del mundo y no tenía fuentes de financiamiento, y trataban de generar condiciones para que el país se viera obligado a tener decisiones contrarias del interés nacional, y de debilidad política y económica, para instalar nuevamente una agenda de ajuste económico y social de cara al próximo año”.
Vanoli señaló que se crearon “incentivos para que quienes retenían divisas las liquidaran, y por otro lado, mecanismos para volver a hacer que los argentinos vuelvan a tener confianza en su moneda nacional y reducir esa dolarización natural que se provocaba en ese clima”.
De ese modo “se desarmó la operatoria cambiaria ilegal en volumen, porque el Estado trabajó de manera integral para que se cumpla la ley. Y si bien se presenta todo intento de trabajar en el plano de la legalidad como un atropello, lo único que hace el Estado, a través de sus instituciones, es hacer por los medios legales hacer que se cumpla la ley, que está para ser cumplida por todos, más allá de su tamaño y poderío”.
Asimismo, señaló que “tenemos mayor previsibilidad cambiaria, como se puede ver en la evolución de los mercados de futuro: la relación implícita con la tasa de interés recoge esta expectativa de mayor tranquilidad, al igual que la evolución de la demanda de dinero, recuperación de depósitos y control sobre agregados monetarios”.
“Este año el Banco Central está cumpliendo todas las proyecciones formuladas a fines de 2013 y principios de 2014, incluso de la base monetaria y distintos agregados, en el piso de la banda de proyección”, precisó.
Por último, en el plano internacional, Vanoli insistió en la necesidad de mejorar la regulación financiera y la supervisión; y “revisar ampliamente todo lo que tiene que ver con la regulación que ha dejado en manos del mercado la estabilidad financiera para prevenir burbujas y evitar crisis”.
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