El jefe de Gobierno porteño le pidió a la Legislatura de la Ciudad que convalide antes de fin de año la inusual cantidad de 35 convenios que firmó con intendentes de otros puntos del país, en su mayoría radicales, como parte de una estrategia para proyectarse a nivel nacional de cara a las elecciones de 2015, lo que despertó cuestionamientos de la oposición parlamentaria local.
El paquete de expedientes fue enviado en esta última semana por el Ejecutivo y girado a la comisión de Asuntos Interjurisdiccionales de la Legislatura para la ratificación o rechazo de los entendimientos de colaboración recíproca con 27 municipios de la provincia de Córdoba, 4 de Corrientes, 3 de Santa Fe y 1 de Chubut.
Los escritos refieren la “implementación de políticas públicas y acciones en materia de intercambio cultural, histórico, científico, social, deportivo, turístico y económico”, así como al “continuo fortalecimiento y profundización de vínculos existentes” entre la Ciudad de Buenos Aires y cada una de las intendencias elegidas.
En ese marco, la casi totalidad de los municipios con los que Macri firmó estos acuerdos están administrados por intendentes en su mayoría radicales alineados con el PRO, lo que despertó la molestia en la oposición porteña por considerar que “fueron pensados dentro de un esquema electoral” con miras a los comicios presidenciales.
Asimismo, la dirigencia antimacrista cuestionó la inclusión en los acuerdos de colaboración a las actividades económicas, lo que dejaría abierta la posibilidad a un desembolso de dinero por parte del Estado porteño y, en ese marco, dieron como ejemplo lo ocurrido con el convenio firmado con la Municipalidad de Vicente López para la construcción del Metrobus norte que conectará ambos distritos.
En ese caso, la obra que se extenderá por unos 5,7 kilómetros sobre las avenidas Cabildo y Maipú, demandará una inversión de unos 220 millones de pesos, de los cuales el distrito bonaerense que conduce Jorge Macri aportará unos 30 millones y el resto estará a cargo de la Ciudad de Buenos Aires.
Otros de los casos mencionados por la oposición fue el convenio firmado por el Ejecutivo porteño con la Municipalidad cordobesa de Río Cuarto, que aún no fue remitido a la Legislatura, que establece que el Banco de la Ciudad de Buenos Aires sea el agente financiero de esa localidad y se haga cargo de la actividad transaccional en el manejo de las cuentas municipales, el pago de sueldos y proveedores.
El diputado del Frente para la Victoria Gabriel Fuks, quien preside la comisión que deberá tratar la totalidad de los expedientes remitidos, consideró como “muy bueno que el Ejecutivo haya mandado los acuerdos a la Legislatura”, no obstante aseguró que “sería también beneficioso que manden aquellos convenios que representan una erogación para el Estado, como el caso del firmado con Río Cuarto”.
Fuks advirtió “un apuro” por parte del ex hijastro de Flavia Palmiero para enviar este paquete de pedidos de aprobación a la comisión parlamentaria, y lo atribuyó a “algo que tiene que ver más con la proyección nacional del jefe de Gobierno con miras al 2015”.
En igual sentido, el diputado del Frente Progresista y Popular Aníbal Ibarra aseguró que los entendimientos “están pensados en un esquema electoral de Macri” y agregó que forman parte de un “uso de los recursos de la Ciudad y de su cargo para proyectarse electoralmente”.
“Que se celebren convenios generales no está mal, el problema surge cuando -tomando como excusa esos acuerdos- se celebran otros más específicos que comprometen los recursos de la Ciudad y prueba de ello es el Metrobus norte en el que los porteños pagarán una obra en el municipio de Vicente López que está gobernado por el primo de Macri”, subrayó.
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